La sociedad en que vivimos evoluciona —no ha dejado de hacerlo a lo largo del tiempo—a una velocidad extraordinaria. Sin duda, esa es una de sus señas de identidad. Lo que antes se mantenía en vigor durante generaciones, ahora queda obsoleto en muy poco tiempo. En el terreno de lo que genéricamente conocemos como nuevas tecnologías los cambios se producen a una velocidad que asombra. Hace poco más de un cuarto de siglo, en la última década de la pasada centuria, los teléfonos móviles eran una novedad. Servían para hacer y recibir llamadas, su función desde que el italiano Meucci o el escoces Bell hicieron funcionar el primer aparato y el segundo de ellos creó la Bell Telephone Company había...
Ver Más