El Barça de Flick podrá ser
un equipo bipolar en la Liga, pero lo importante es que en Europa hemos recuperado el prestigio perdido. Quedar segundos en la liguilla de esta Champions que sin duda, en el nuevo formato, parece más divertida, es un orgullo. No olvidemos que
veníamos de ser apeados lamentablemente con repetidas goleadas. Ahora, por fin parece que el Barça está listo para competir. La juventud y ese juego ofensivo que nos convierte en los más goleadores de Europa dan la imagen de un club moderno y al que siempre le gustó jugar al futbol. La responsabilidad es de todos, pero no me cansaré de alabar a Hansi Flick como artífice del cambio. Mientras, en la directiva, aunque sea a trancas y a barrancas o con golpes de suerte como que los Stones cancelen su concierto, las cosas van saliendo.
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