En menos de un año han robado, al menos, 17 cajas fuertes de joyerías e inmobiliarias de Cataluña, embolsándose 700.000 euros . Cinco butroneros, con más de 150 antecedentes, que empleaban una técnica poco común: la del oxicorte, con una combinación de gases que permite cortar metales resistentes con facilidad. Los Mossos d'Esquadra empezaron a seguirles la pista tras el asalto a una joyería de Barcelona en enero de 2024. Las primeras pesquisas les llevaron hasta Madrid, donde residía el «núcleo duro» de la banda y así arrancó la investigación conjunta con la Policía Nacional. Antes de cada golpe, estudiaban su objetivo. Uno de los butroneros era el encargado de realizar una visita previa al comercio, entre quince días o un mes antes del robo. Así podía ver dónde se ubicaban las cámaras de seguridad y las alarmas. Para acceder a los locales cambiaban el bombín de la puerta principal o bien lo hacían a través de accesos secundarios en edificios contiguos. Una vez dentro, hacían saltar la alarma para que hasta el lugar se desplazase la Policía. Cuando los agentes hacían las comprobaciones pertinentes y no detectaban nada, aprovechaban para entrar, desactivando los sistemas de seguridad . Era así como robaban las cajas fuertes. Con un soplete en el que combinaban oxígeno y aceite, gracias a la fuerte combustión que producía la mezcla de gases, podían acceder a su contenido, básicamente: joyas y dinero en efectivo. Sólo en uno de los golpes, en una joyería de Tarragona, se llevaron 350.000 euros. A pesar de su gran actividad -robos en establecimientos de Barcelona, Badalona, Palamós, Cambrils, Rubí, Esplugues, Platja d'Aro y Sant Antoni de Calonge- llegar hasta ellos no ha sido tarea fácil para los investigadores. Recurrían a colaboradores para los diferentes asaltos, cambiaban sus vehículos y carecían de propiedades a su nombre. Su actividad era tal que, sólo en 24 horas, llegaron a robar en cuatro establecimientos diferentes. Finalmente, el pasado 28 de enero, los Mossos y Policía Nacional explotaron la operación, bautizada Músculo, y detuvieron en Madrid a dos de los butroneros y a los tres restantes en la provincia de Barcelona. Tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 27 de la capital catalana, tres de ellos se encuentran ya en prisión provisional, acusados de robos con fuerza, falsedad documental, blanqueo y pertenencia a organización criminal. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
