El pueblo de Salamanca que antes era un mar y donde se pueden ver fósiles marinos en las calles
El mundo tal y como lo conocemos ahora no es como lo era hace millones de años. La distribución de los mares y continentes ha ido cambiando hasta llegar hasta nuestros días, es decir, que en el pasado tuvieron una forma y estructura completamente diferente.
No nos solemos plantear cómo era lo que ahora es España en esas eras geológicas de la tierra. Lo que ahora son preciosas y paradisíacas playas en la costa, antes podían ser simples valles, y en el centro de España, donde ahora hay grandes montañas, llegó a haber un mar y hay un pueblo salmantino que puede demostrarlo.
El pasado de Monsagro
Nos desplazamos hasta Salamanca, a la espectacular Reserva Natural de las Sierras de Béjar, formada por más de ochenta pueblos, entre ellos Monsagro. Este municipio del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia recibió el título de villa en el siglo XVI, pero su historia geológica se remonta a millones de años atrás.
Los poco más de 120 habitantes de Monsagro tienen la suerte de vivir en un entorno natural privilegiado, rodeado de grandes bosques, pero hay un factor que los hace todavía más afortunados. En su territorio, que no siempre fue como lo vemos ahora, encontramos elementos de lo más interesantes que han logrado que cada año miles de personas visiten sus calles.
Hay quienes tardan en fijarse, pero cuando lo descubres no puedes dejar de mirarlo, y es que, efectivamente, lo que ves en las paredes de sus casas son fósiles marinos. Para entender a qué se debe, hay que hacer un viaje en el tiempo, concretamente hace unos 450 millones de años, donde lo que ahora es un pueblo, era nada más y nada menos que el fondo marino.
El enclave sobre el que reposa este municipio estaba sumergido bajo el agua de un gran mar, y prueba de ello son los icnofósiles de más de 400 millones de años que encontramos en las pedrizas y que demuestran que allí hubo seres vivos que dejaron sus huellas. Suena increíble, pero Monsagro es uno de esos lugares perfectos para los amantes de la ciencia e historia o para todos aquellos que quieran conocer el pasado de nuestro planeta.
La ruta de las Huellas Fósiles
Para conocer a fondo la historia de estos fósiles y descubrir sus características, puedes disfrutar de la espectacular ruta de las Huellas Fósiles. En este recorrido por las calles de la villa comprenderás el origen de estos restos del pasado que se reparten por las paredes del municipio, sus fuentes y edificios.
Son muchos los tipos de incnofósiles que puedes encontrar, como los trilobites, que nos dan información sobre la geografía de lugar, o los gusanos marinos conocidos como skolithos, que crean unos rastros. Esta ruta es perfecta para hacer con los más pequeños donde aprenderán al mismo tiempo que se divierten.