Estos son los países que no son de la Unión Europea pero usan el euro como moneda oficial y por qué
El euro es la moneda oficial de la mayor parte de las naciones que componen la Unión Europea. Solo algunos casos, como Hungría, Polonia o Suecia, tienen divisas diferentes debido a diversas razones en relación a inflación o crisis económica. Sin embargo, existen algunos países en Europa que, pese a no formar parte del Grupo de los 27, usan y acuñan euros dentro de su territorio. Además, se tratan de naciones que tampoco están dentro de la Eurozona.
En principio, solo países pertenecientes a la Unión Europea podían usar el euro, de tal forma que los fundadores y algunas naciones que se fueron adhiriendo con el paso del tiempo. De este modo, son veinte los países miembros de la UE que usan esta divisa: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, España, Francia, Finlandia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia.
Dinamarca es el único país de la UE que, por decisión propia, renunció al uso del euro como divisa oficial, usando en su caso la corona; Suecia, por su parte, utiliza la corona sueca tras rechazar el euro mediante referéndum, mientras Rumanía, Polonia, Hungría, República Checa y Bulgaria todavía no han logrado los requisitos necesarios. Y en el lado inverso, es decir, países que no forman parte de la Unión Europea pero usan el euro como moneda oficial, son seis los casos.
Por qué Andorra, San Marino, Ciudad del Vaticano, Mónaco, Montenegro y Kosovo pueden usar el euro como moneda oficial sin ser de la Unión Europea
Cuatro de ellos se debe a los microestados europeos: Andorra, Ciudad de Vaticano, San Marino y Mónaco. El único de estos microestados que no lo usa es Liechtenstein, que por su cercanía a Suiza utiliza el franco suizo. Se tratan de casos en los que tanto la UE como el Banco Central Europeo (BCE), a través de acuerdos monetarios, autorizó a los cuatro territorios tanto su uso como divisa como la posibilidad de diseñar e imprimir los billetes y las monedas de la divisa del euro.
A partir del 1 de enero de 1999, la Ciudad del Vaticano comenzó a estar autorizado a usar el euro como moneda oficial; mismo año que Mónaco y San Marino, aunque la situación de Andorra llegaría más tarde. Hasta entonces, este principado entre Francia y España usaba el franco andorrano, pero tras la puesta en circulación del euro en Madrid y París, comenzaron las negociaciones para que también fuera el caso de Andorra. Sin embargo, la firma no llegó hasta 2011, mientras que entró en vigor definitivamente en 2012 y aunque el proceso se retrasó, finalmente llegó la primera emisión en 2014.
Los otros dos casos, Montenegro y Kosovo, se debe a diversos motivos. A diferencia que el caso de los microestados, el uso del euro en estos dos países no se acordó con la UE ni con el BCE, aunque bien es cierto que se toleró a las "circunstancias extraordinarias" que enfrentaban. Una decisión tomada en un contexto lleno de inestabilidad económica y política derivada por los conflictos de los Balcanes y la desintegración de Yugoslavia.
Asimismo, tanto Pristina como Podgorica justifican el uso del euro en lugar de una moneda local para garantizar la estabilidad económica y evitar problemas inflacionarios, asociados a monedas propias débiles. No obstante, ninguno de los dos territorios tiene facultades para la impresión, acuñación o diseño de monedas de euro, sino que usan las que han sido ya acuñadas en otros países que usen el euro.
En el caso de Montenegro llegó sustituyendo al dinar yugoslavo, tras la puerta en circulación en la UE, mismo año que se haría en Kosovo (aunque la independencia de este territorio, no reconocida por muchas partes del mundo, no llegó hasta tiempo después).