Una cúpula de 116 metros de diámetro y casi 20 metros de altura protegerá el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo en Guareña (Badajoz) y pondrá en valor su visita. La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, ha presentado este miércoles el proyecto de edificación, cuya licitación se producirá esta misma semana y en la que se invertirá casi 7 millones de euros . La gran estructura metálica tridimensional que cubrirá todo el conjunto, aislando el yacimiento tanto de la lluvia, como del viento y protegiéndolo también de la luz, reinterpreta la forma del túmulo original, con una cubierta ajardinada. En su interior se instalarán rampas colgadas de la estructura , que permitirán a los visitantes contemplar el yacimiento a través de un itinerario a distintas alturas , incluso mientras continúan las excavaciones arqueológicas. El edificio, que no contará con estructuras ni cimentaciones en el propio yacimiento, tendrá también espacios dedicados a museo, exposiciones y salas técnicas . Las obras, con un presupuesto de 6,6 millones de euros, se licitarán esta semana con un plazo de ejecución de nueve meses, por lo que podría estar terminado en este 2025 . Así lo detallado la consejera en la presentación del proyecto, junto a sus responsables, el arquitecto Carlos Albarrán y el ingeniero estructural y de instalaciones Antonio Manuel Reyes . También han asistido una de las responsables del yacimiento, Esther Rodríguez , y la directora general de Desarrollo Rural, María Ángeles Muriel. Morán ha explicado que este yacimiento «lleva años sufriendo desprotección» porque solo está cubierto por chapas metálicas que «pueden ralentizar su destrucción pero que, obviamente, no protegen con garantías, puesto que las estructuras descubiertas son de adobe ». Además de proteger «de forma efectiva» los restos arqueológicos ante las inclemencias meteorológicas, el edificio que se va a licitar con cofinanciación de los fondos de desarrollo rural permitirá que «todos los extremeños y visitantes puedan disfrutar de él» y «convertirá el yacimiento en un importante recurso turístico para la zona, lo cual favorecerá el desarrollo de este entorno rural y de toda la región», ha resaltado la consejera. El objetivo, según Morán, es abrir al público un yacimiento «impresionante» que hay que cuidar y potenciar, así como facilitar su estudio. La consejera ha recordado que desde que en 2014 se iniciaron las excavaciones, los arqueólogos del proyecto 'Construyendo Tarteso' han sacado a la luz dos plantas de un edificio «majestuoso», que son un «ejemplo único» de la arquitectura protohistórica del suroeste peninsular, algo que, sumado el hallazgo de los rostros del Turuñuelo , «lo convierten en uno de los yacimientos más importantes de la Península Ibérica para el estudio de las culturas prerrománicas». Los estudios y prospecciones previas realizadas en el yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural, permiten asegurar que la construcción de la cúpula en los terrenos comprados por la Consejería de Cultura no afectará a nuevos descubrimientos y que no se interviene en el yacimiento, que permanecerá protegido durante las obras. Además, en cuanto se abra el público se puede visitar y pueden continuar los trabajos al unísono. Carlos Albarrán ha explicado que se ha diseñado una cúpula que no interviene ni actúa sobre las zonas arqueológicas, para lo cual se disponen de forma radial las zapatas en el exterior «de cualquier resto que pudiese tener la zona». «Para eso, se han hecho unas catas arqueológicas a lo largo de todas las zapatas donde iban situadas y, en el centro, no se interviene ni se pone ningún pilar, ni nada». Lo que se trata, ha incidido, es cubrir el espacio «sin ningún tipo de apoyo» con esta estructura que se monta en el exterior y no afecta «en absoluto» ni al trabajo ni al entorno. En el exterior se ha buscado «no competir» sino «ponerlo en valor, darle importancia al yacimiento en sí y a los restos que han aparecido », para lo cual exteriormente se busca ajardinar la cubierta con vegetación autóctona, «que repite un poco la imagen previa del túmulo que existía antes». La estructura metálica de 32 radios, tendrá un diámetro exterior de 116 metros, lo cual «la convierte en la cúpula más grande de España» , ha asegurado por su parte Antonio Manuel Reyes. La cúpula ajardinada con vegetación autóctona será «la más grande del mundo sin pilares en el medio» ya que ocupará el equivalente a dos campos de fútbol, ha apuntado Reyes. Además, la estructura desnuda de la cubierta podría simular una flor de lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica. Esther Rodríguez, codirectora de las investigaciones junto a Sebastián Celestino, ha destacado que el objetivo fundamental de la cubierta es la preservación del yacimiento y ha valorado que la mejor forma de verlo sin alterarlo es «desde arriba» , porque si hicieran a la gente transitar «el propio pisoteo terminaría deteriorando pavimentos, muros...». El próximo 3 de marzo retomarán las excavaciones en una campaña de tres meses en la que esperan continuar, sin que la construcción de la cúpula interfiera en sus trabajos. En todo caso, Rodríguez señaló que se adecuarán a las necesidades de la edificación de la cubierta, con la que están «muy contentos». Además de garantizar la conservación del yacimiento, podrían plantearse «incluso» un cambio en el calendario de intervenciones y excavar, por ejemplo, en invierno.