Así es la técnica innovadora de plantación que podría revolucionar la agricultura
Un equipo de investigadores del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia China de Ciencias, en Shenyang, ha descubierto que la incorporación de cultivos de cobertura en las plantaciones de maíz puede mejorar los nutrientes del suelo y contribuir a la seguridad alimentaria. Este hallazgo es especialmente relevante en un contexto donde la degradación del suelo amenaza la producción de alimentos y el desarrollo agrícola.
Un cultivo de cobertura es un cultivo que se siembra con el objetivo de proteger el suelo y mejorar su fertilidad, así como evitar la evaporación del agua, controlar la maleza y plagas.
De acuerdo con el medio científico Phys.org, la degradación del suelo, causada por prácticas agrícolas insostenibles, representa un grave riesgo para la seguridad alimentaria. En este sentido, la investigación realizada en el condado de Changtu, en el noreste de China, evaluó el impacto del uso de leguminosas, gramíneas y una combinación de ambas como cultivos de cobertura.
Beneficios de los cultivos de cobertura
Los investigadores encontraron que las leguminosas permiten que el suelo absorba carbono orgánico y aproveche mejor el nitrógeno disponible, lo que favorece la actividad microbiana y mejora la calidad del suelo. Por otro lado, las gramíneas ayudan a mantener los niveles de carbono y nitrógeno en el suelo, al tiempo que aumentan la biomasa microbiana, especialmente entre las bacterias beneficiosas.
El estudio reveló que la mejor estrategia es combinar ambos tipos de cultivos de cobertura. Esta práctica optimiza los beneficios de cada uno y mantiene el equilibrio de los nutrientes en el suelo. Esta técnica podría ser clave para frenar la degradación del suelo, un problema que puede provocar inundaciones, disminución en la producción de alimentos y un aumento de la contaminación ambiental.
La sequía también representa una amenaza importante para la seguridad alimentaria. Un informe de 2023 reveló que en 2022, aproximadamente 1.840 millones de personas en el mundo vivieron bajo condiciones de sequía. Frente a esta situación, la implementación de cultivos de cobertura se presenta como una solución efectiva para mejorar la retención de agua en el suelo y garantizar una producción agrícola sostenible.