La Embajada de Estados Unidos en España ha pedido a sus proveedores que firmen un documento para certificar que no aplican políticas internas de «diversidad e inclusión» que «violen las leyes antidiscriminación» del país norteamericano. Esta medida va en la línea de cruzada 'anti-woke' emprendida por Donald Trump desde el momento en el que juró su cargo como presidente de EE.UU. Esta solicitud solo afecta a las operaciones sujetas a la legislación estadounidense , según informa 'El Confidencial' este miércoles. Las compañías, explica este periódico, disponen de cinco días para acreditar por escrito el cumplimiento de estas políticas, que atañen a todos los órganos del Gobierno federal. Según detalla este diario, una empresa que trabaja en la Embajada pero solo opera en España no estaría incumpliendo la normativa. Sin embargo, si también ofrece sus servicios en EE.UU. sí que debería respetar esta exigencia. La principal dificultad para estas empresas es compaginar la petición de la Administración Trump con la legislación española sobre el tema. El pasado noviembre el Consejo de Ministros aprobó un real decreto por el que se desarrolla el conjunto planificado de las medidas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI en las empresas. Esta medida va en la línea de las políticas de Trump desde que tomó posesión de su cargo. La Oficina de Gestión de Personal de la nueva Administración envió una notificación el pasado 22 de enero, dos días después de su nombramiento, a todas las agencias y departamentos del Gobierno federal por la que les exige el cierre de todas las oficinas de DEI (diversidad, equidad, inclusión) y que sitúen en estado de baja administrativa a todos sus empleados. «Construiremos una sociedad que no mire el color de la piel y basada en el mérito», proclamó Trump en su discurso de investidura en el Capitolio. Con sus órdenes, el nuevo presidente de EE.UU. ha eliminado las políticas de DEI dentro del Gobierno, ha cancelado los fondos con los que se sostienen y ha revertido las órdenes ejecutivas previas de Biden que lo impulsaban tanto en el Gobierno como en el sector privado.
