Sodalicio con aroma de café
Por Paola Ugaz
El jefe de facto del extinguido Sodalicio, el sacerdote Jaime Baertl, se mudó de Lima a Bogotá, Colombia, con el fin de alejarse de la ola de denuncias en su contra y la organización y, desde allí, reforzó los emprendimientos que reciben dinero en forma de donaciones a través de la Fundación de Interés Privado Santa Rosa, domiciliada en Denver, Estados Unidos.
Tras la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados (2015), los miembros de la cúpula del Sodalicio abandonaron Perú: Jaime Baertl Gómez viajo a Colombia; José Ambrozic Velezmoro y Eduardo Regal se fueron a vivir a Denver; Erwin Scheuch, Gonzalo Len y Ricardo Treneman a Roma; y Luis Ferrogiaro a Estados Unidos.
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El Sodalicio de Vida Cristiana —que fundó Luis Fernando Figari en 1971— llegó en 1990 a Medellín gracias a su amistad con el cardenal conservador Alfonso López Trujillo. Eran tiempos difíciles y los miembros del Sodalicio sufrieron la violencia que experimentaba Medellín, en especial en la parroquia El Divino Maestro que se le encargó al sacerdote Juan Carlos Rivva y donde el primer superior fue Fernando Vidal. Tras la llegada de Enrique Elias Dupuy, el Sodalicio “made in Colombia” se expande de Medellín a Bogotá y luego a Cali.
APROVA, clon de APRODEA en Colombia
Para poder mantener en movimiento a las comunidades del Sodalicio se fundó APROVA, en 1991, clon de la peruana APRODEA. Su primer presidente fue Enrique Elías y su primer secretario Juan Carlos Rivva. Hoy, APROVA está formado por sodálites como Ernesto Vallejo Barba, quien se mudó a Colombia para apoyar a Baertl en el potenciamiento empresarial de la organización tras la crisis en Perú.
Además, es apoderado de la offshore Foundation Santa Rosa en Denver, Estados Unidos, y de la organización Christian Life Movement INC (Movimiento de Vida Cristiana en inglés), también domiciliada en Estados Unidos.
En el 2008, se creó el holding Grupo San José y se domicilió en Medellín, el cual —como sucede en Perú— no tiene un vínculo formal con el Sodalicio, pero es manejado por el sacerdote Jaime Baertl, lo que les permite ampliar su portafolio de negocios sin involucrar a APROVA, la cual juega un rol importante pues a través de esta se canalizan las transferencias de Estados Unidos, permitiendo aparentar que el dinero es empleado para fines benéficos, cuando en verdad su puerto son los negocios del sacerdote Baertl en Colombia.
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El Grupo San José trabaja en varios rubros; educativo, agrícola, inmobiliario y caritativo. Tiene dos colegios, una quesería, casas de aten ción a población vulnerable a través de Armonizar, que tiene su clon en Perú. Tras su llegada a Colombia, Baertl no dejó de lado su espíritu emprendedor: en el 2020 crea Gestiones Agropecuarias San Isidro Labrador, una iniciativa independiente de la red empresarial sodálite que administra fincas y comercializan hatos ganaderos, además de producir lácteos, que se hace a través de la marca Quesos Noble Villa.
Con aroma de café
Con Baertl en Colombia, los ingresos de APROVA aumentaron considerablemente y por esa razón recibieron en el 2024, US$1.430.994. Este dinero proviene de fuentes de donaciones muy diversas, donde destaca la donación de Foundation Santa Rosa, que en el 2023, por ejemplo, aportó US$346.525. También aportan a APROVA otras empresas del Sodalicio como los colegios de Bogotá (San José Cajicá) y Medellín (Sagrado Corazón Montemayor), así como el emprendimiento de quesos Gestiones Agropecuarias San Isidro Labrador (Bogotá).
Entre los donantes del 2023 figuran además el capitoste del Sodalicio, Jaime Baertl y los sodálites Ernesto Vallejo, Andrés Tapia y Juan Fernando Trelles. En una entrevista sobre el Sodalicio con aroma de café, con ‘Nicolás’, el exsodálite colombiano dice: “Es importante señalar que la red del SCV en Colombia no está registrada como un grupo empresarial formal, sino que utiliza una estructura descentralizada donde el control se ejerce mediante juntas directivas compartidas y la administración de activos financieros a través de sociedades de inversión y fundaciones internacionales”.
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“A diferencia de un keiretsu japonés, donde un banco centraliza el financiamiento de empresas interconectadas, la red del SCV se asemeja más a un grupo económico informal que usa asociaciones indirectas y estructuras financieras en el extranjero para mantener el control sin una conexión formal evidente. Esto recuerda a modelos empleados por sectas de carácter empresarial como la cienciología, o a estructuras económicas como la creada por el Opus Dei a nivel mundial”, concluyó ‘Nicolás’.
Abusos del Sodalicio en Colombia
El Sodalicio tiene un historial de abusos a sus miembros en Colombia donde destaca el abuso que sufrió el afrocolombiano, Andrés Cardona, de parte del sacerdote Andrés Cardó (expulsado por el Vaticano). Sobre lo que vivió Cardona en el Sodalicio recuerda: “Me repetían: Aquí hay un estilo y si no lo sigues, no puedes estar acá”. “Organizaban el reinado del más feo, y yo me lo ganaba, o me decían: ‘no creemos que hayas nacido para ser sodálite, no te dio la estatura”, refiere Cardona, al tiempo que señala que vivió “un calvario de golpes, me despertaban con golpes en el estómago para quitarme el cholo interior.
Y yo preguntándome triste ¿qué es eso? Los monos (rubios en jerga colombiana) que podían dar plata tenían más privilegios, era muy doloroso reconocer la discriminación”, indicó Cardona. Al exsodálite peruano César Oga, no se le pagó el sueldo ni prestaciones sociales que obliga el Estado colombiano durante 9 años como fundador y director del primer colegio del Sodalicio en Bogotá y al exsodálite peruano Oscar Osterling, a quien se le quitó a la mala un emprendimiento deportivo (La Chalaca en el Callao) mientras pasaba penurias en una casa del Sodalicio en Medellín.
En el caso de Oga, los superiores sodálites decidieron darle un uso al salario de su trabajo para fines que él no conocía y en el caso de Osterling, Jaime Baertl y Juan Carlos Len decidieron manu militari dejarlo sin su empresa. Osterling y Oga fueron obligados a asumir órdenes que atentaron contra su economía porque en el Sodalicio: “El que obedece nunca se equivoca”.
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Regresando al sacerdote Jaime Baertl, líder de facto del Sodalicio de Vida Cristiana, y sus movidas en Colombia que se suman a las de Perú y de Estados Unidos; hay que recordar que en sus declaraciones a la Fiscalía peruana y en julio del 2023, a la misión especial formada por el obispo de Malta, Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, Baertl les dijo que solo se dedicaba a pastorear a las ovejas de la Iglesia católica y que no tenía nada que ver con las tareas económicas del Sodalicio desde el 2012.
Para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado. Llegarán más sorpresas de la “marca Sodalicio” que navegó con la bandera de la iglesia católica para hacerse ricos. Esta historia continuará.
Un fideicomiso y López Aliaga
Acres Investment fundada por el alcalde de Lima y empresario, Rafael López Aliaga, tiene un fideicomiso con los cementerios del “Parque del recuerdo” del Sodalicio del sacerdote Jaime Baertl, cuyo propietario es "Asociación Civil San Juan Bautista", que tiene como dueño al abogado Ary Alcantara del estudio Osterling.