El arma del crimen del exalcalde de Gandía: antigua y poco común en sicarios
La Guardia Civil avanza en la investigación del asesinato del exalcalde de Gandía Arturo Torró. El cartucho localizado en la escena del crimen está proporcionando una valiosa información a los agentes: se utilizó un arma antigua de pequeño calibre que no es habitual los sicarios profesionales, según informan fuentes del caso a LA RAZÓN.
El informe balístico aportado por los agentes señala que el calibre del arma utilizado en el homicidio podría ser el de una pistola del 6,35 o del 7,65. Un arma semi-automática de poca potencia que se utiliza en las distancias cortas.
Una de las características que reflejan el casquillo es que el autor del disparo contra Torró prácticamente efectuó el tiro a "quemarropa" debido a la poca precisión que dispone este arma. No es un calibre que utilizan habitualmente los sicarios, según informan fuentes del caso.
No obstante, los agentes consideran que podría tratarse de una pistola antigua. Se da la circunstancia de que antaño estos modelos eran utilizados como armas personales que portaban los policías nacionales para defenderse o en la actualidad por los clanes.
Con todo ello, la Guardia Civil está analizando la uña extractora del cartucho para estudiar los resultados y buscar si hay datos de otros crímenes en el Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS).
El proyectil fue localizado en el interior del cuerpo de Torró cuando le realizaron la autopsia. La bala llegó incluso a impactar en las zonas periféricas del corazón. Gracias a esta información, los investigadores podrán identificar el arma utilizada en el asesinato.
Las marcas del cuello aún no han proporcionado resultados concluyentes. Son laceraciones que podrían incluir a un delincuente más en la ecuación del asesinato del ex alcalde. Y es que son compatibles con un posible forcejeo o pelea.
Las primeras pesquisas de los agentes del Instituto Armado se han centrado en el entorno más cercano de la víctima. Necesitan hacerse una foto fija de la vida del exalcalde. Han encontrado un abanico de problemas que podrían haber propiciado el móvil del crimen.
Las cámaras de la autovía
Así, el móvil económico gana partido, en base a las deudas pendientes que tenía Torró, pero los agentes no dejan de lado ninguna hipótesis. Los investigadores ya han revisado las cámaras de seguridad de la autovía A-38, en el término de Xeresa. Los resultados no se conocen por lo delicado del tema que tienen entre manos.
En este punto hay dos radares que podrían haber captado únicamente la imagen del vehículo del asesino si se hubiera saltado los límites de velocidad. No obstante, los agentes cuentan con más grabaciones de la autovía. Tampoco se descarta que para el traslado hayan utilizado un coche robado o con matrículas falsas para dificultar las diligencias.
Una de las claves que tienen confirmado los agentes es que el asesino estuvo siguiendo durante varios días al exalcalde para planificar acabar con su vida. Por eso es igualmente importante reconstruir sus últimos pasos, gracias a su teléfono móvil se podrá conocer el recorrido de la víctima y las cámaras que acompañaron de forma silenciosa sus movimientos.
Torró avisó a un amigo, que fue la última persona con la que habló, que le habían saltado las alarmas de pinchado. Sin embargo, las ruedas de su Mercedes no estaban dañadas por lo que se sospecha que manipularon el aire de las mismas. Se han buscado huellas dactilares en estas piezas.
El cuerpo del antiguo alcalde fue hallado por su mujer en torno a las diez y media de la noche. El Mercedes C Coupé 220 de color rojo llevaba al menos media hora parado. Este coche está siendo una de las fuentes de información para resolver el crimen.
Las piezas del puzle
El pasado sábado fue uno de los días más duros para la familia del empresario. Se celebró el funeral con la presencia de familiares y amigos de la víctima. También acudieron autoridades locales como el actual alcalde de Gandía, José Manuel Prieto.
Estuvo permitida la entrada a los medios de comunicación. El ataúd con el cuerpo de Torró llegó al templo envuelto en la bandera de la ciudad. El hijo del exalcalde, visiblemente emocionado, dio las gracias a los asistentes.
Una de las piezas misteriosas de este puzle es que Torró había denunciado un apuñalamiento en 2023 en Kenia, según avanzó El País. Lo hizo días después del suceso ya de vuelta a España en una comisaría de la Policía Nacional. El caso no llegó a resolverse. En todo este tiempo, según los testimonios recogidos, la víctima había solicitado dinero a su entorno para afrontar las deudas. Ahora, se buscan las respuestas a su misterioso asesinato.