Un informe médico apunta que Errejón solo tenía "interés" carnal por Mouliaá y no hubo consentimiento: "Ella no sintió atracción"

Un informe elaborado por un psicólogo sobre las versiones dadas por Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá sobre la noche en que ella asegura que la agredió sexualmente ya está en manos del juez Adolfo Carretero.

El profesional de la psicología que lo ha elaborado, a petición de la defensa de la actriz, que encabeza Alfredo Arrién, evidencia que al expolítico solo le movió el "interés sexual" en su encuentro con Mouliaá y desgrana uno por uno los distintos indicios que supuestamente demostrarían que no hubo consentimiento.

En el documento, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, hecho en base a las declaraciones en el juzgado, en prensa y teniendo en cuenta las conversaciones que mantuvieron por redes, apunta a que Errejón quedó con Mouliaá por un "interés puramente sexual", tal y como él mismo aseguró al instructor al negar que fuesen amigos y que era un "ligue".

Esta versión, para el psicólogo, lo refuerza que quedasen, a sugerencia del que fuera portavoz parlamentario de Sumar, "en un bar que está literalmente en mi calle", como dijo Errejón ante el juez Carretero, lo que sugiere para este experto "una intención de proximidad y conveniencia".

Por otro lado, en el informe se señala que no es una cuestión menor que la noche de autos quedasen en un bar y acabasen en una fiesta con más gente en casa de un pareja amiga de la presunta víctima. "Inicialmente, ella optó por encontrarse con Errejón, lo que podría indicar un interés en la interacción", pero, sin embargo, "tras un breve periodo", ella "cambió de opinión y decidió asistir a la mencionada fiesta, invitando a Errejón a acompañarla, según esta por cortesía".

Este "cambio de planes" sugiere para el psicólogo consultado que la actriz "no sintió la química ni la atracción necesaria para un encuentro sexual", que el denunciado "había anticipado".

En este sentido, advierte, que la decisión de ir a la fiesta de sus amigos, pese a que en un inicio accedió a reunirse con Errejón, "podría interpretarse como una señal implícita de desinterés sexual" por parte de Mouliaá. Un desinterés que este psicólogo general sanitario estima que "podría haber sido percibido por Errejón como una indicación de que Mouliaá no compartía sus expectativas (sexuales)".

Le "impuso" un beso a Mouliaá

El informe médico evidencia que se produjo, por decisión de ella, un cambio de plano, de uno de intimidad ("los dos solos en un bar en la misma calle de la casa de Errejón") a otro social "en el que había una docena de personas", como es la fiesta. "Nos encontramos ante la primera señal de no consentimiento implícita".

En este análisis de los hechos del "caso Errejón" se subraya que en interacciones de índole sexual como las que hubo entre ambos "el consentimiento debe ser inequívoco" y, en este caso, otra prueba de que no lo había habido es que en el ascensor subiendo a la fiesta le dijo "te voy a dar un beso" antes de proceder a besarla, "en vez de "¿puedo darte un beso?".

El hecho de que "adelantase lo que iba a hacer", para el psicólogo consultado a petición de la defensa de Mouliaá, "indica de que no tenía certeza de que el gesto fuera deseado". "No formuló una pregunta que diera espacio a la aceptación o rechazo por parte de la señora Mouliaá". En vez de eso, "anunció su intención" para, seguidamente, "imponer unilateralmente la acción".

Entraron en una habitación "por iniciativa de él"

Otro punto del relato de qué ocurrió entre la presunta víctima y el denunciado es cómo acabaron juntos en una habitación de la vivienda donde se celebraba la fiesta a la que acudieron. Errejón reconoció ante el juez que "la cogí de la mano y fuimos al cuarto", lo que implica para este experto que Mouliaá "no expresó explícitamente su deseo de acompañarlo a la habitación o si hubo algún indicio de que compartiera la misma intención".

La acción, con ello, de irse a una estancia apartada los dos solos fue "iniciada por él" y el cambio de contexto "no fue fruto de una iniciativa mutua", lo que implica para el autor del informe que "no existió un consentimiento".

En cómo se desarrolló todo en dentro de la habitación y hasta cuando se fueron el psicólogo ve, asimismo, continuas muestra de que Mouliaá nunca mostró su consentimiento al que fuera portavoz parlamentario de Sumar.

Lo observa en que, cuando estaban besándose en la habitación, pararon momentáneamente después de que la actriz se apartase y le dijese "esto es un canteo", lo que en el análisis técnico se interpreta como una imposición por su parte de un "límite en la situación" y que la detuvo, por lo que "cualquier acción posterior" por parte de Errejón "debía haberse basado en la confirmación explícita por Mouliaá para continuar".

De igual forma, en que se fuese con Errejón en el taxi que este pidió, que pudo estar influenciado -para el psicólogo- por el "consumo de alcohol" o el interés de ella en "no hacer evidente delante de sus amigos que había ocurrido algo incómodo con Errejón, especialmente considerando su notoriedad como personaje público". Además de que cuándo él le preguntó "¿qué hacemos?" y si se iban juntos dijo "simplemente 'nos quedamos un rato'" en la fiesta.

"Lo lógico en un escenario de mutua excitación habría sido que Mouliaá manifestará su intención clara de marcharse para continuar la interacción (sexual) en un lugar más adecuado", apunta el documento conocido por este diario.