Aunque sabemos que hay clásicos de parada obligatoria en Cuaresma como el Rinconcillo o Eslava, hoy nos centramos en esos espacios que destilan ambiente cofrade durante todo el año y que ofrecen ese sabor añejo que tanto se disfruta en esta época del año. Y es que, concluido el Miércoles de Ceniza, con el aroma a incienso y las marchas procesionales resonando en cada esquina, vamos calentamos motores para la Semana Santa. Y no solo nosotros, también nuestros bares. Por eso, ya podemos ver las cartas de muchos establecimientos con recetas de vigilia para saborear el momento. Así, guisos de espinacas con garbanzos, bacalao con tomate, pavías o torrijas conviven con todo tipo de imágenes religiosas que invitan a sumergirse en la atmósfera cofrade de las barras sevillanas más emblemáticas. Desde GURMÉ , resaltamos algunos de esos lugares que cuentan con una historia más que dilatada en Sevilla, que son punto de encuentro para los que viven la pasión nazarena los 365 días del año y extienden el sabor de la Cuaresma a cualquier estación. Desde las imágenes de sus paredes hasta el aroma a incienso que impregna el local, La Fresquita es, sin duda, una de las paradas obligatorias para disfrutar de la pasión nazarena durante la Cuaresma. Cervezas heladas, una agradable terraza y un interior cargado de motivos religiosos son el imán de este céntrico local de Mateos Gago , donde saborear tapas típicas del recetario sevillano, como espinacas con garbanzos, montaditos, bacalao con tomate, papas con chocos o pisto. Dirección: C. Mateos Gago, 29 Teléfono: 954 22 60 10 El punto de encuentro para los cofrades de Triana. Enclavado junto a la parroquia que lleva su nombre, en Bar Santa Ana s e saborea el ambiente de Semana Santa en cualquier momento del año. Destaca su barra de azulejos, las grandes representaciones de hermandades y su soleada terraza , que se han convertido en un reclamo para tursitas que conviven con una clientela de parroquianos y vecinos de toda la vida. Aunque su reciente cambio de propiedad (José Cárdenas lo traspasó el pasado enero después de seis décadas al frente), su nueva propietaria mantiene la esencia de esta esquina de la calle Pureza con la calle Párroco Don Eugenio. Su especialidad es el pescaíto frito, espinacas con garbanzos, tortillitas de bacalao y chipirón a la plancha, así como las delicia de solomillo o las pamplinas de gambas. Dirección: C. Pureza, 82 Con este nombre, la cervecería La Chicotá no podía faltar en nuestro recorrido de bares cofrades. Un clásico de Luis Montoto vinculado a la hermandad de San Benito desde que abriera sus puertas hace más de 35 años. En la barra ll evan el recuento de los días que faltan para el Martes Santo , día que sale su hermandad, y de sus paredes cuelgan todo tipo de motivos y fotografías de Semana Santa para dejar huella de su espíritu cofrade. En cuanto al «tapeo», ofrecen recetas típicas de la cocina hispalense , donde destacan sus montaditos, guisos tradicionales, la ensaladilla o las papas aliñás, que pueden saborearse junto a cerveza helada en la terraza. Dirección: C. Luis Montoto, 23 Teléfono: 954 42 60 26 Desde el Miércoles de Ceniza, sus freidoras s e ponen en marcha para preparar sus famosas croquetas de bacalao , tan típicas en época de Cuaresma, y empiezan las «tertulias semanasanteras» alrededor de su barra. Un lugar imprescindible para disfrutar del ambiente cofrade gracias a sus paredes repletas de imágenes de pasos, Vírgenes, Cristos y nazarenos, y a su privilegiada ubicación junto a varias hermandades del barrio de San Lorenzo. Aunque las croquetas son su especialidad, t anto el flamenquín como el solomillo al whisky son platos muy valorados de su carta y, durante la vigilia, no faltan las sugerencias dedicadas al bacalao. Dirección: C. Hernán Cortés, 2 Teléfono: 954 38 97 51 Desde 1945, este establecimiento ha sido un referente del tapeo sevillano, un lugar donde la historia se conjuga con la pasión por la cocina y el buen vino. Peculiar donde los haya, antiguo punto de encuentro de toreros y amantes del ambiente cofrade, Casa Moreno es la trastienda de un ultramarinos que conserva todo su sabor. Con la familia Moreno y su incondicional Emilio Vara tras la barra, es el sitio perfecto para saborear la Cuaresma con un botellín bien frío y algunas de las viandas que sirven en papel de estraza o uno de sus emparedados. La esencia de este bar es el ambiente cofrade durante todo el año, además del tapeo que ofrecen de manera ininterrumpida desde primera hora de la mañana hasta la una de la mañana, ofreciendo tanto bebidas como comida en cualquier momento de la jornada. En carta hay más de más de diez tipos de montaditos: desde el de mechada al de chorizo picante, anchoas con queso o bacalao con salmorejo. Tampoco faltan sus cazuelas de espinacas con garbanzos o carrillada, 'laterío' de conservas, como ellos los llaman, y productos típicos de abacería. Dirección: C. Guadiana, 29, A, Casco Antiguo, 41002 Sevilla Teléfono: 955 41 61 63 Sus orígenes se remontan a comienzos del siglo XX, una taberna donde el flamenco siempre ha tenido un papel fundamental y que hoy es museo vivo de la figura de Pepe Peregil. Su hijo Álvaro y su mujer Ana María González llevan las riendas del negocio, donde sirven cuchareo de siempre. Solomillo al whiski, sangre encebollá o menudo son algunos de los clásicos que no suelen faltar, así como sus potajes de vigilia y platos de temporada para saborear la Cuaresma.
