El pasado 4 de abril, una alicantina perdió la vida en el castillo de Santa Bárbara tras precipitarse de una altura de alrededor de cuatro metros. La mujer, de 76 años, sufrió un tropiezo cuando visitaba la fortaleza junto a su hijo y sus dos nietos, cayendo de un muro sin vallar y golpeándose contra las escaleras situadas junto a la pared. El trágico accidente abrió entonces el debate sobre la situación en la que se encontraba el monumento y la necesidad de aumentar la seguridad así como las advertencias a los turistas.