«Me voy a comprar un Tesla nuevo mañana por la mañana como una muestra de confianza y apoyo a Elon Musk, un americano realmente grande». Eso escribió este martes a medianoche en redes sociales el presidente de EE.UU., Donald Trump. Justo en la jornada de este lunes, la compañía cayó un 15% en Bolsa , lastrando al Nasdaq a su peor caída desde 2022 con un 4% a la baja al cierre de los mercados. Sin embargo, tras estas palabras del magnate, en preapertura la empresa suben un 5% , la mayor subida en cuatro años y medio. En su mensaje en Truth Social, Trump ha culpado a la izquierda de querer boicotear a la automovilística. «Los lunáticos de la izquierda radical, como suelen hacer, están intentando boicotear ilegalmente a Tesla, uno de los grandes fabricantes de automóviles del mundo y el 'bebé' de Elon, para atacarle y dañarle a él y a todo lo que representa». Por otro lado, ha destacado cómo, en la otra punta , «a juicio de republicanos, conservadores y todos los grandes estadounidenses, Elon Musk está 'arriesgándose' con el fin de ayudar al país, y está haciendo un trabajo fantástico». «¿Por qué debería ser castigado por poner sus tremendas habilidades en hacer Estados Unidos grande de nuevo?», ha lanzado. «Gracias, presidente», le ha respondido en un mensaje a través de su perfil en la red social X el hombre más rico del planeta. Desde que regresó a la Casa Blanca en enero, Trump ha capacitado a Musk para recortar el gasto del Gobierno federal y la fuerza laboral de las agencias como jefe del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sin embargo, la campaña de reducción de costos de DOGE se ha enfrentado a una resistencia cada vez mayor, incluidas protestas, fallos judiciales y cierta presión a nivel legislativo. Si bien Musk disfruta de la confianza de Trump, las encuestas muestran que el multimillonario tecnológico es profundamente impopular entre los estadounidenses y sus recortes a los presupuestos gubernamentales han provocado enfrentamientos entre los republicanos y sus electores en los ayuntamientos. Por su parte, los inversores de Tesla temen boicots y reacciones de compra por las acciones de Musk y sus estrechos vínculos con Trump. Asimismo, algunos propietarios de los automóviles eléctricos han expresado desacuerdo por la incursión de Musk en la política y por haber compartido teorías de conspiración. Estos dueños descontentos de Teslas incluso han pegado pegatinas en los parachoques de sus vehículos afirmando que los habían comprado «antes de que Elon se volviera loco». Tesla ha visto caer sus ventas en toda Europa en las últimas semanas tras el controvertido apoyo de Musk a grupos de extrema derecha, entre los que también se encuentra Alternativa por Alemania (AfD), durante la reciente campaña electoral del país. Las ventas de Tesla allí cayeron más del 76% interanual en febrero, según han reflejado los datos oficiales. Por su parte, las ventas totales en la Unión Europea han bajado casi a la mitad interanual en enero. Asimismo, a principios de marzo, una docena de Teslas fueron incendiados en un concesionario en Francia y las instalaciones de la empresa también han sido vandalizadas en Estados Unidos. Tesla ha perdido más de un tercio de su valor de mercado desde mediados de diciembre a medida que Musk profundiza su asociación con Trump.