Hablar de Manuel Alejandro es hablar de uno de los compositores más prolíficos y trascendentales de la música en español. Con más de 600 canciones a sus espaldas, este maestro de la composición ha dado vida a algunos de los temas más icónicos del repertorio latino, dejando una huella imborrable en la historia musical. Nacido el 20 de febrero de 1932 (93 años) en El Puerto de Santa María , Cádiz, Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, conocido artísticamente como Manuel Alejandro , creció en un ambiente impregnado de música. Su padre, Germán Álvarez-Beigbeder, fue un reconocido compositor y músico, lo que influyó profundamente en su vocación. Desde joven, mostró habilidades musicales extraordinarias, completando su formación en el conservatorio. Sin embargo, una lesión en su brazo derecho le impidió dedicarse plenamente a la interpretación, lo que lo llevó a encontrar su verdadera pasión en la composición. El nombre «Alejandro» que adoptó no fue fruto del azar. En su familia, debido a la complejidad de su apellido compuesto, todos sus hermanos firmaban con una «A.» al abreviar su nombre. Así nació el «Alejandro» que hoy es famoso en todo el mundo. Si algo distingue a Manuel Alejandro es su capacidad para capturar las emociones más profundas en sus letras. Sus composiciones giran en torno al amor y el desamor, sentimientos universales que han resonado con millones de personas a lo largo de las décadas. Desde « Yo soy aquel« hasta »Procuro olvidarte« , sus canciones han sido interpretadas por artistas de renombre y han trascendido generaciones. Desde los años 60, Manuel Alejandro ha trabajado con los artistas más emblemáticos de la música en español. Su relación con Raphael marcó el inicio de una carrera imparable, componiendo éxitos como «Cuando tú no estás» y «Cierro mis ojos». Con el tiempo, su música llegó a intérpretes de la talla de Julio Iglesias, Rocío Jurado, José José, Isabel Pantoja y José Luis Rodríguez «El Puma» . En los años 70, sus composiciones encontraron en Nino Bravo una voz perfecta para temas como «Como todos» y «No debo pensar en ti». Durante los 80 y 90, su talento siguió brillando con artistas como Emmanuel y Plácido Domingo , consolidándose como un referente en la industria. El Puerto de Santa María, su tierra natal, ha sido cuna de grandes artistas del flamenco como Lola Flores y José Mercé . En este entorno, Manuel Alejandro absorbió la esencia del cante jondo, los «quejíos» y las bulerías, elementos que influyeron en su sensibilidad musical. A esto se sumó la influencia de compositores clásicos como Beethoven, Wagner y Schumann , cuyo legado estudió bajo la tutela de su padre.