Cómo funciona el oído humano? ¿Cuántas provincias tiene España? ¿Con qué letras se escribe murciélago? Ante la curiosidad y la necesidad de aprender de un niño, las clases de Infantil y Primaria responden a estas y otras preguntas gracias a explicaciones, pero también ayudándose de mapas o dibujos. Más útiles si cabe se vuelven las figuras, y aquí entra gran parte del catálogo diseñado por Aspaym Castilla y León. La asociación acaba de ganar un premio de la Fundación Rafa Nadal por 'Innova 3D', un proyecto de materiales educativos impresos en tres dimensiones «para niños con y sin discapacidad» en el que llevan trabajando tres años. El objetivo ha sido siempre utilizar esta tecnología para crear objetos útiles destinados a «necesidades especiales y específicas» con las que puedan toparse en toda clase de centros educativos de la Comunidad. Según explican el director de Programas y Proyectos de Aspaym CyL, Cristian Pascual, y el técnico de proyectos tecnológicos José Luis Martínez, a medida que lo han puesto en práctica, los diseños se han ajustado por ensayo y error y han incorporado colores: las células diferencian sus partes en amarillo o naranja, los mapas-puzzle y los cartabones tienen pomos, las piezas son más o menos grandes. Además, los adaptadores de lápices se plantean un material más blando para resultar más ergonómicos o los objetos incorporan correas para permitir su sujeción a la mano de alumnos con espasticidad. Con un par de cientos de diseños, en Aspaym cifran que hasta ahora han entregado 810 materiales adaptados -las partes del cuerpo humano o la neurona articulada están entre los más demandados- y han podido llegar a en torno a 4.000 alumnos a través de 46 entidades educativas diferentes. Una de ellas, el CEIP María Teresa Iñigo de Toro de Valladolid, que fue uno de los primeros 'coles' en subirse al carro y recurre a los materiales con asiduidad. Permiten preparar «clases más interactivas y motivantes», refiere la profesora Natalia Villalba, que alaba el carácter gratuito del programa o la posibilidad de demandar «algo que sea difícil de encontrar en librerías o muy caro». En aquellos primeros contactos para ver si estaban interesados en sumarse, «lo más atractivo es que ellos se iban a adaptar a nuestras necesidades», recuerda la directora del centro, Laura Vega. Ahora que el colegio guarda en un aula multiusos un pequeño 'arsenal' de estos materiales educativos, su uso se cuela en las clases. Está presente en Primaria, donde docentes como Verónica Duque, que imparte Ciencias Naturales en bilingüe, hacen tangibles elementos de otra forma condenados a verse sólo en dibujo. Las piezas de plástico también sirven a maestras como Victoria Arija para enseñar a los pequeños de cuatro años a juntar letras y sílabas de forma dinámica. Y durante este uso cotidiano es cuando se dan cuenta de que necesitan más 'e' y alguna que otra 'a' para según qué palabras, pero que con una 'w' es suficiente y no necesitan un duplicado de todo el juego. Aspaym Castilla y León toma nota y se adapta en consecuencia. Además, llegan a ofrecer formación a profesores para manejar sus propias impresoras 3D . «En un futuro, se usarán como un microondas, como si fueran un electrodoméstico más», refiere Martínez. Por ahora, las creaciones más rápidas de su catálogo toman forma en treinta minutos. Las más elaboradas tardan hasta cuatro o cinco días, estima el técnico. Por eso, evitan esos tiempos tan largos que dificultan la vigilancia y en los que un error puede dar al traste con el resultado: «Tenemos que planificar muy bien qué vamos a imprimir para que no se acabe el carrete de filamento, para que no se atasque...» Es parte de la logística de 'Innova 3D', pues desde Aspaym confiesan que aunque «costó arrancar», una vez se conoció el proyecto, la demanda empezó a crecer. De todos modos, han ido modernizando sus equipos y en la actualidad cuentan con cuatro impresoras de filamentos y una de resina. Los 15.000 euros del premio -la entrega del galardón será el próximo 27 de marzo en Mallorca- les otorgarán otro buen impulso para mejorar sus recursos y llegar aún a más alumnos. Una iniciativa que crea útiles y se vuelve, a su vez, «una herramienta clave en la construcción más accesible y justa», había agradecido el director ejecutivo de Aspaym CyL, Francisco Sardón. Pascual se muestra de acuerdo con esta idea: «Este reconocimiento implica una apuesta por nuestros proyectos, por la innovación social y la educación inclusiva», concluye.
