El billete de US$50 fabricado en 1891 que puede valer US$600.000 y ansían poseer coleccionistas: solo 25 están en circulación
Aunque resulte poco creíble, en la actualidad hay pocos ejemplares de un billete de US$50, cuya fabricación data del año 1891, pero su valor económico e histórico se ha fortalecido con el transcurrir del tiempo. Tal es la magnitud del caso que también se ha convertido en uno de los billetes más solicitados por los coleccionistas.
Y es que, según los registros oficiales del Tesoro de los Estados Unidos, solo quedan 25 ejemplares de esta reliquia que continúa en circulación y cuyo valor puede llegar a los US$600.000. Sin embargo, seis de estos están guardados en colecciones gubernamentales, mientras que uno está en el museo ANA. Conoce todos los detalles inéditos sobre este billete en la siguiente nota.
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Breve historia sobre la fabricación del billete de US$50 que puede valer US$600.00
Este billete de US$50, fabricado en el año de 1891, hace 134 años, fue impreso en una cantidad de 80,000 ejemplares, pero del total, solo 23,500 fueron distribuidos. Es por ello su valor al ser una pieza de colección irrepetible.
Según la base de datos del Tesoro de los EE. UU., el billete de US$50, en la actualidad, solo existen 25 ejemplares, pero de los cuales seis están guardados en colecciones gubernamentales y uno en el museo ANA, por lo que solo 15 están en manos privadas.
Además de su gran valor, el billete también resalta por el diseño que posee: en el centro aparece el retrato de William Henry Seward, ex secretario de Estados de EEUU y figura importante en la compra de Alaska.
Además de su gran valor, el billete también resalta por el diseño que posee: en el centro aparece el retrato de William Henry Seward, ex secretario de Estados de EEUU y figura importante en la compra de Alaska.
¿Cómo se encuentra el estado del billete de US$50 fabricado en 1891?
El billete de 50 dólares, a pesar de su antigüedad, se conserva en excelentes condiciones, ya que ha alcanzado la calificación de "Gem New 65 PPQ", uno de los estándares más altos en numismática. Esto significa que el ejemplar se mantiene con márgenes amplios, nítido, centrado de forma impecable y sin desgastes significativos.
La razón por la que se mantiene en buen estado es que el billete no se llegó a utilizar en transacciones comerciales en su momento, por lo que desde que fue fabricado se mantuvo bien cuidado y guardado. Es por eso la magnitud de su conservación, pese a los más de 130 años desde que fue creado.