Científicos descubren que un grupo de bacterias aprendió a utilizar la electricidad como una herramienta de limpieza
Una nueva bacteria hallada en las marismas de Oregón, llamada Ca. Electrothrix yaqonensis en honor al pueblo Yaqo’n, podría revolucionar los dispositivos bioeléctricos. Aunque no es la única bacteria que conduce electricidad, destaca por sus propiedades únicas. Forma parte del grupo de "bacterias cable", microorganismos que viven en sedimentos y se alinean en filamentos para transportar electrones. Solo se conocen unos pocos tipos, agrupados en los géneros candidatos Ca. Electrothrix y Ca. Electronema.
Se le ha denominado Ca. Electrothrix yaqonensis , en honor al pueblo Yaqo'n de las Primeras Naciones, local de la zona donde se encontró, y conduce la electricidad como un cable. Esto no es único, pero Ca. Electrothrix yaqonensis posee características fascinantes que lo distinguen de otros microbios conductores.
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¿Cómo funciona la bacteria capaz de conducir energía?
El objetivo de estas bacterias es repartir el trabajo metabólico entre células individuales, adaptándose al entorno fangoso y con niveles variables de oxígeno donde habitan. Funcionan como un verdadero colectivo, típico de las colonias bacterianas, pero con una organización especialmente adecuada para su entorno húmedo y turbio.
Aun así, Ca. Electrothrix yaqonensis sobresale incluso dentro de este grupo tan particular.
“Esta nueva especie parece ser un puente, una rama temprana dentro del clado Ca. Electrothrix, lo que sugiere que podría proporcionar nuevos conocimientos sobre cómo evolucionaron estas bacterias y cómo podrían funcionar en diferentes entornos”, afirma el microbiólogo Cheng Li, de la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad James Madison.
¿Cuáles son las características de la bacteria que trasporta energía?
Ca. Electrothrix yaqonensis se diferencia de otras bacterias cable por su singular potencial metabólico y una estructura única: posee crestas superficiales hasta tres veces más anchas que las de especies similares. Estas crestas alojan fibras altamente conductoras compuestas por moléculas basadas en níquel.
El equipo liderado por el microbiólogo Anwar Hiralal, de la Universidad de Amberes (Bélgica), logró aislarla y analizarla mediante técnicas genómicas, morfológicas, espectroscópicas y eléctricas.
Los estudios revelaron diferencias morfológicas clave frente a otras bacterias cable, además de similitudes genéticas con los géneros Ca. Electrothrix y Ca. Electronema. Entre los hallazgos más relevantes destacan las crestas marcadas y las vainas extracelulares que los microbios secretan para formar sus filamentos conectados.