El sueño de Ander Herrera en Boca Juniors ya es una pesadilla
Después de toda una vida en el Athletic, a Ander Herrera le quedaba un sueño por cumplir: ponerse la camiseta de Boca Juniors y saber lo que un futbolista siente jugando como local en la mítica Bombonera. A los 35 años, el pasado mes de enero se fue a Buenos Aires y firmó por el club xeneize. Un fichaje enorme para los de Juan Román Riquelme, que formó muchísimo revuelo desde su llegada al aeropuerto. Muchos hinchas querían ver de cerca al nuevo ídolo, un jugador con una gran carrera en Europa y que suponía un salto de calidad para el centro del campo de los «bosteros».
El problema es que el sueño, cumplido, está siendo más bien una pesadilla en estos primeros seis meses, donde ya acumula cuatro lesiones musculares que le han permitido estar muy poco en el campo y que le tienen frustrado. Las lágrimas le asaltan a los ojos cuando llega al banquillo consciente de que las molestias han reaparecido, y justo eso le sucedió en el estreno de Boca Juniors ante Benfica en el Mundial de Clubes. El choque fue de los más atractivos hasta ahora, con cuatro goles (2-2) y juego de muy buen nivel, pero Ander no pudo participar tanto como quería.
Veinte minutos únicamente estuvo sobre el césped el jugador español, para el que no acabaron las desgracias con su sustitución por Montiel. Poco después, estando ya en el banquillo, vio la roja directa por ir a protestar al árbitro mientras miraba una acción en la banda, en el monitor del VAR.
Un día malísimo para Ander Herrera, que fue titular en la primera alineación oficial de Miguel Ángel Russo, el técnico recién llegado al banquillo xeneize.
El fichaje del ex del Athletic era estratégico para el club, que quería mostrar a una estrella internacional en el Mundial de Clubes, pero ahora ya lo ha perdido seguro para el choque de la segunda jornada, ante el Bayern Múnich, ya que tiene que cumplir sanción.
Si la lesión es lo suficientemente grave, tampoco estará en la tercera jornada frente al Auckland City.
El Mundial de Clubes puede haberse terminado para Ander Herrera casi antes de empezar, cerrando un primer semestre en Boca que está muy lejos de lo que le hubiera gustado. Ha podido jugar solamente nueve partidos con su nuevo equipo, en el que se ha perdido 11 choques de 16 posibles en el Torneo Apertura por culpa de las lesiones musculares.
En cuanto al partido, Boca Juniors mostró una muy buena imagen y estuvo muy cerca de derrotar al Benfica, que fue rescatado cerca del final por Otamendi, cuando los argentinos ya jugaban con un jugador menos.