Fue a una fiesta con amigos, desapareció del edificio y fue encontrada muerta en el freezer de un hotel: el misterioso caso de Kenneka Jenkins
Un caso que mantuvo en vilo a la sociedad estadounidense en 2017 fue la muerte de Kenneka Jenkins, una joven de 19 años que vivía con su madre, Tereasa Martin, en el West Side de Chicago, con quien tenía una relación cercana, dado que su padre estaba ausente.
La tragedia comenzó la noche del 9 de septiembre de 2017, cuando Kenneka salió de su casa para reunirse con amigos y celebrar la obtención de un nuevo empleo en un geriátrico. Aunque inicialmente le había dicho a su madre que iría al cine y a jugar al boliche, terminó en una fiesta en el hotel Crowne Plaza, en Rosemont, Illinois.
¿Qué pasó con Kenneka Jenkins?
En las primeras horas de la fiesta, Kenneka compartió videos y transmisiones en vivo a través de sus redes sociales, mostrando su alegría y celebrando la ocasión. Sin embargo, horas más tarde, su comportamiento comenzó a despertar sospechas. En un video transmitido por Facebook Live, se la escucha decir "Ayúdenme, ayúdenme" entre risas, lo que levantó las primeras dudas sobre su estado.
Poco después, las cámaras de seguridad la captaron caminando tambaleante por el hotel, aparentemente bajo los efectos del alcohol, algo extraño, ya que sus amigos sabían que ella no toleraba bien las bebidas alcohólicas.
La joven se dirigió a una cocina vacía en el hotel, donde las cámaras la perdieron de vista. Fue alrededor de las 3:30 a. m. del día siguiente cuando el cuerpo de Kenneka fue encontrado dentro de un congelador en una cocina abandonada del hotel, más de 12 horas después de que se la viera por última vez. La policía revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad, y los videos mostraron a Kenneka tambaleante por los pasillos y dirigiéndose hacia la cocina. Al llegar allí, el rastro de su ubicación se interrumpió, ya que no había cámaras en esa zona.
¿Qué reveló la autopsia sobre Kenneka Jenkins?
Cuando el personal del hotel fue alertado, encontró el cuerpo de la joven en el congelador, con una de sus zapatillas perdida, la ropa rasgada y un corte en el pie derecho. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue hipotermia debido a la exposición al frío, y aunque no se encontraron signos de trauma, se detectaron niveles elevados de alcohol en sangre y rastros de topiramato, un medicamento utilizado para tratar las migrañas.
Sin embargo, la madre de Kenneka, Tereasa Martin, afirmó que su hija nunca había sido recetada con ese medicamento, lo que generó aún más dudas sobre las circunstancias de la muerte.
El caso fue inicialmente clasificado como un accidente por las autoridades, pero la familia de Kenneka nunca aceptó esta versión. Las preguntas sobre cómo la joven pudo haber llegado al congelador, cómo abrió la puerta del congelador (que se consideraba muy pesada para que ella la abriera sola) y si hubo un posible intento de intoxicación o incluso un acto de negligencia por parte de sus amigos o el hotel quedaron sin respuesta.
Familia de Kenneka Jenkins llegó a un acuerdo económico con el hotel
El misterio persistió durante años, alimentado por teorías en redes sociales y por la percepción de que la investigación no fue lo suficientemente exhaustiva. En 2023, seis años después de la tragedia, la familia de Jenkins llegó a un acuerdo con el hotel Crowne Plaza y la empresa de seguridad que estaba a cargo el día del hecho, recibiendo un total de 10 millones de dólares como parte de un acuerdo por negligencia.