El Cañón del Infierno, la garganta fluvial más profunda de América del Norte, se formó hace 2,1 millones de años, según investigación
Una investigación reciente mostró que el Cañón del Infierno, la garganta más profunda de Estados Unidos, se formó hace unos 2.1 millones de años. Este paisaje extremo, que supera en profundidad al Gran Cañón, fue tallado en poco tiempo por el río Snake tras una masiva inundación.
El estudio, publicado en la revista PNAS. Se apoya en pruebas encontradas en cuevas del cañón. Esto permitió a los científicos reconstruir su historia geológica. Los hallazgos dan una nueva idea sobre cómo se formó el cañón. También muestran qué tan rápido un paisaje puede cambiar en tiempo geológico.
¿Qué evidencia permitió a los científicos determinar que el Cañón del Infierno se formó hace 2,1 millones de años?
Los científicos examinaron sedimentos fluviales depositados en tres cuevas situadas en las pendientes del Cañón del Infierno. Estos materiales, arrastrados por el río Snake en antiguas crecidas, se conservaron en las cavidades de roca, lo que permitió el uso de métodos de datación isotópica para determinar su antigüedad.
Basándose en esta información, los investigadores lograron determinar cuándo el nivel del río era significativamente superior al actual, lo cual coincide con el comienzo de la rápida excavación del cañón. El descubrimiento indica que una gran crecida, posiblemente causada por el desbordamiento del lago Idaho, marcó el inicio de esta transformación geológica.
¿En qué se diferencia el origen del Cañón del Infierno del Gran Cañón, según el nuevo estudio?
Mientras que el Gran Cañón se formó de manera más gradual a lo largo de unos cinco millones de años, el nuevo estudio indica que el Cañón del Infierno se excavó en un período mucho más corto a raíz de un evento abrupto. La velocidad de su formación, impulsada por una gran inundación, lo convierte en un caso atípico entre las grandes gargantas fluviales.
Ambos cañones comparten similitudes en tamaño y forma, pero su historia geológica es distinta. Según los investigadores, la formación del Cañón del Infierno fue consecuencia de cambios climáticos y geográficos que derivaron en el desvío del agua hacia una nueva ruta erosiva, lo que aceleró el tallado del paisaje actual.