Con la inminente llegada del verano y los desplazamientos vacacionales, la seguridad en la carretera se convierte en una prioridad para los consumidores. Los neumáticos, a menudo subestimados, son el único punto de contacto entre el coche y la carretera, desempeñando un papel fundamental en el rendimiento y, sobre todo, en la seguridad. Bridgestone ha lanzado una alerta sobre los errores más frecuentes en el cuidado y uso de las cubiertas, ofreciendo consejos clave para garantizar que tu vehículo esté a punto para la temporada estival. Uno de los fallos más habituales, y peligrosos, es circular con una presión incorrecta. Ya sea por defecto o por exceso, una presión inadecuada provoca un desgaste prematuro del neumático, aumenta el riesgo de reventones y eleva el consumo de combustible. Se aconseja revisar la presión de los neumáticos (siempre en frío) al menos una vez al mes o antes de cualquier viaje largo, consultando la presión recomendada en el manual del vehículo. Una simple comprobación puede evitar grandes problemas y costes inesperados. Otro aspecto crucial para alargar la vida útil de los neumáticos y asegurar un desgaste uniforme es la rotación entre ejes. Dado que los neumáticos delanteros y traseros soportan cargas y trabajos diferentes, su desgaste natural es desigual. Realizar esta rotación cada 10.000 kilómetros (o según las indicaciones del fabricante) contribuye a una mayor seguridad al mantener un comportamiento equilibrado entre los ejes del vehículo, mejorando el control y la estabilidad en carretera. Es vital estar atento al desgaste excesivo o irregular de la banda de rodadura. La ley exige una profundidad mínima de 1,6 mm, indicada por unos testigos específicos en el neumático. Un truco sencillo para verificarlo es insertar una moneda de un euro en el dibujo: si se ve el borde dorado, es hora de cambiar las cubiertas. Además, hay que prestar atención a desgastes irregulares, que pueden ser una señal de problemas de alineación, equilibrado o incluso amortiguadores defectuosos, actuando los neumáticos como «mensajeros» de estos fallos mecánicos. La alineación, el paralelismo de ejes y el equilibrado de las ruedas son procedimientos fundamentales que a menudo se descuidan. Un desajuste en cualquiera de estos elementos puede provocar vibraciones, desgastes irregulares e incluso afectar la trayectoria del volante, comprometiendo gravemente la seguridad. Se recomienda realizar una alineación cuando se cambian o rotan los neumáticos, anualmente, o cada 15.000-20.000 kilómetros, según expertos de la cadena First Stop. Además, los conductores deben revisar periódicamente el estado físico de los neumáticos y las llantas en busca de deformaciones, golpes, cortes o arranques causados por baches o bordillos. Cualquier daño visible puede comprometer seriamente la seguridad, haciendo indispensable la consulta a un profesional para un posible reemplazo. Bridgestone también advierte sobre el envejecimiento de los neumáticos: aunque no caducan como un alimento, sus prestaciones se degradan con el tiempo. Se aconseja una revisión anual por un especialista a partir del quinto año y la sustitución definitiva si tienen más de diez años, independientemente del dibujo restante. «Queremos destacar la importancia del mantenimiento preventivo de todos los elementos de nuestro vehículo, especialmente los neumáticos», afirma Adrià Martínez, Ingeniero del Departamento Técnico de Bridgestone. Martínez concluye recordando que los neumáticos, junto con el sistema de frenos (ABS), el control de estabilidad (ESP o ESC), el control de tracción y la dirección asistida, forman parte de los elementos clave de la seguridad activa del vehículo. Por ello, es esencial «estar siempre alerta y conducir con responsabilidad» para disfrutar de un verano seguro en las carreteras.
