Rafael López Aliaga critica privilegios que tendrá Congreso bicameral, pero su bancada votó a favor de esa ley
Tras señalar que reducirá el número de ministerios de llegar a la presidencia, el exalcalde de Lima, Rafael López Aliaga, cuestionó que se haya retornado a un Congreso bicameral porque eso implicará mayores gastos en burocracia y privilegios para los legisladores. “Es una tomadura de pelo”, afirmó indignado; sin embargo, La República comprobó que la bancada de su partido Renovación Popular votó a favor del proyecto de ley que impuso la bicameralidad.
Esta contradicción sucedió el último lunes durante una entrevista que brindó el posible candidato presidencial a un programa del canal religioso Bethel Televisión. Allí se mostró en contra de que el número de congresistas se haya elevado a 190, teniendo en cuenta que, desde julio del 2026, se contará con 130 diputados y 60 senadores.
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“Otra marea es la corrupción, que -lamentablemente- de manera taimada se concreta haciendo presupuesto sin ningún tipo de control, tipo el Congreso de la República. Hacer dos cámaras otra vez es una tomadura de pelo, pues. (Se necesita) hacer una reducción del Estado empezando por el Congreso para volver a tener una sola cámara”, respondió.
López Aliaga criticó que los parlamentarios hayan priorizado sus intereses y privilegios. “En vez de achicar (el Estado), acá siguen ampliándolo. Y es que cada congresista tiene carro, gasolina, viáticos, asesores, es una barbaridad. Más gente no, menos gente sí. Y se debe tener una sola cámara, me parece una locura lo que han hecho”, manifestó.
Pues bien, un detalle que no menciona López Aliaga es que entre los legisladores, que respaldaron la bicameralidad que tanto critica, se encuentran siete integrantes de su partido Renovación Popular. Ellos son Miguel Ciccia, Jessica Córdova, Noelia Herrera, María Jáuregui, Alejandro Muñante, Norma Yarrow y Jorge Zeballos, quienes votaron a favor del respectivo proyecto de ley durante la sesión del del 4 de diciembre del 2024.
Más contradicciones
En otro momento, fiel a su estilo, el líder de Renovación Popular brindó diversas promesas de llegar a la presidencia, como la de promover la construcción de 14 aeropuertos internacionales.
“España tiene casi noventa millones de turistas. Perú tiene cuatro. Perú es más que España. En turismo somos mucho más (...) Cada día que se queda en el país un turista de alta gama deja mil dólares (...) pero a ese mismo turista tienes que llevarlo a Iquitos, a Tarapoto, a Chachapoyas, turista a Arequipa, Chiclayo, La Libertad. Mi cálculo es que faltan 14 aeropuertos internacionales”, señaló exalcalde.
López Aliaga agregó que esos proyectos los podría ejecutar en cinco años de gestión porque “son muy fáciles de hacerlo” porque tiene una mirada “desde el sector privado donde las cosas son más rápidas”.
Sin embargo, él dejó la Municipalidad de Lima con diversos proyectos a medias porque siguen construcción, como la Vía Expresa Sur, la Vía Expresa Grau, la Vía Expresa Norte; además del Tren Lima-Chosica, cuyos vagones y locomotoras se encuentran almacenados por culpa de la improvisación y poca planificación de su otrora gestión edil.
Promesas incumplidas
Pero eso no es todo. La República reveló que López Aliaga dejó la alcaldía de Lima sin cumplir 25 promesas de su plan de gobierno municipal.
El exalcalde prometió un tranvía a lo largo de la avenida Universitaria para unir San Martín Porres (SMP) con Carabayllo. En esa misma avenida ofreció, luego, un Metropolitano, pero la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) le bajó el dedo. Ahora, dejará la primera piedra de una Vía Expresa Norte para el transporte público.
López Aliaga también propuso el teleférico Independencia- San Juan de Lurigancho (SJL) que, en una segunda etapa, iba a extenderse hasta Carabayllo. Sin embargo, nada de eso existe hoy en su tercer año de gestión. Los estudios, a cargo de la ATU, siguen aún entrampados.
En seguridad, López Aliaga ofreció -en su plan de gobierno municipal- crear el Sistema de Reservistas de las Fuerzas Armadas para las zonas de mayor delincuencia. Hoy eso sigue en el papel. También prometió la identificación obligatoria de motos, que consistía en que los choferes porten un chaleco y un casco donde estén grabados o el número de la placa o el número de su DNI. Como no lo ejecutó, al final, el Gobierno lo aplicó, pero sin éxito alguno.
A ello se suma su propuesta de obligar a los taxistas y mototaxistas autorizados a comunicar y reportar a la Central Municipal de Seguridad de Lima sobre posibles actos delictivos. De eso no hay ningún avance.
El caballito de batalla del alcalde fue la promesa de comprar 10.000 motocicletas que iban a ser destinadas a la Policía y a los serenazgos municipales. Pues bien, esto lo cumplió a medias porque el mismo López Aliaga tuvo que aclarar que solo entregó 4.000 motos (menos del 50% de lo prometido) debido a que no hay agentes para manejarlas. De esa cifra, 2.700 fueron a la PNP y 1.300 a las comunas.
