El joven que ha transformado coches devaluados en una flota millonaria de alquiler
Una nueva visión del negocio del renting
En una entrevista en el podcast Zona Boxes, conducido por Aleix Ernesto Ortiga, Richi Fernández explicó cómo ha logrado levantar una flota de treinta coches con una inversión inicial mínima. Su estrategia parte de un principio económico básico: aprovechar la devaluación del mercado automovilístico.
“Nosotros tenemos 30 coches que compramos devaluados”, cuenta. Según Fernández, la mayoría de los vehículos nuevos pierden entre un 20% y un 30% de su valor solo en el primer año. A partir de esa observación, su empresa opta por adquirir coches de segunda mano en buen estado, con varios años de antigüedad, a precios muy por debajo del mercado.
El aprovechamiento de los coches devaluados
El joven empresario utiliza plataformas como Amovens para poner en alquiler sus vehículos. Estas aplicaciones permiten que particulares o pequeñas empresas gestionen el alquiler sin necesidad de intermediarios tradicionales.
“Compras un coche con diez años, un poco devaluado, y lo pones en todas las plataformas de alquiler”, explica. Este modelo reduce costes y amplía las opciones para los usuarios, que pueden acceder a un vehículo sin pagar fianzas elevadas ni enfrentar la rigidez de las compañías convencionales.
Competencia directa con las grandes empresas
La propuesta de Fernández desafía al sistema tradicional de renting y alquiler. En lugar de operar con grandes inversiones o flotas nuevas, su empresa se centra en ofrecer precios competitivos y un trato cercano al cliente.
“Los particulares, en vez de ir a una empresa que les pide una fianza de mil euros, alquilan con nosotros porque las fianzas son menores y la atención es mejor”, asegura. De esta forma, su modelo logra atraer a un público más joven y a conductores que buscan flexibilidad.
El papel de la digitalización
El negocio de Fernández es completamente digital. La gestión de reservas, pagos y mantenimiento se realiza a través de aplicaciones, eliminando el papeleo y los costes administrativos. Este enfoque también permite un seguimiento detallado de cada vehículo, optimizando su uso y mantenimiento.
En un sector donde la automatización y la eficiencia son claves, la digitalización no solo reduce gastos, sino que aumenta la rentabilidad por vehículo. Fernández ha sabido aprovechar esta ventaja tecnológica para escalar su modelo con rapidez.
Una red de alumnos e inversores
El éxito de su idea ha atraído a decenas de jóvenes interesados en replicar el modelo. “Hay alumnos que cogen un renting por 400 euros y le sacan 700 u 800 al mes”, afirma. La posibilidad de generar ingresos sin grandes desembolsos iniciales convierte este sistema en una alternativa real para nuevos emprendedores.
Además, el joven empresario ha formado una comunidad de aprendizaje donde enseña los pasos para montar un negocio de alquiler de coches con bajo riesgo y alta rentabilidad.
Legalidad y regulación del modelo
Una de las dudas recurrentes en torno a este tipo de negocios es su legalidad. Fernández lo aclara con firmeza: “Es legal si lo haces con la aplicación; no puedes coger un renting de otra empresa y ponerlo en alquiler, porque no te lo permiten. Pero Amovens ofrece contratos diseñados para este fin”.
La regulación del alquiler entre particulares está respaldada por la normativa española y supervisada por la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que garantiza la transparencia de las operaciones y la cobertura del seguro obligatorio.
Expansión en Galicia y nuevos horizontes
El negocio de Fernández, nacido en Galicia, continúa expandiéndose con la incorporación de más vehículos y socios. Su modelo combina tecnología, análisis de mercado y conocimiento mecánico para convertir una desventaja —la devaluación— en un motor de crecimiento.
“Nuestro objetivo ahora es profesionalizar aún más la gestión y abrir nuevas delegaciones en otras provincias”, adelanta. Con solo 22 años, su caso se perfila como un ejemplo de innovación en el sector de la movilidad compartida.
El futuro del renting flexible
El auge de las plataformas digitales está transformando la forma en que los consumidores acceden a un vehículo. En este nuevo escenario, modelos como el de Fernández ofrecen flexibilidad, sostenibilidad y rentabilidad a la vez.
Su fórmula —comprar barato, digitalizar el alquiler y optimizar la gestión— se alinea con las tendencias de consumo colaborativo que marcan el futuro de la movilidad en España.
Desde Galicia, Richi Fernández ha demostrado que una idea bien ejecutada puede convertir la depreciación de un coche en una oportunidad de oro para el emprendimiento digital.
