Polestar plantea un 'reverse split' para mantenerse en el Nasdaq
Polestar amplió sus pérdidas en el tercer trimestre hasta 365 millones de dólares, frente a los 323 millones registrados un año antes, según informó la compañía el miércoles. El fabricante sueco de vehículos eléctricos, controlado mayoritariamente por el grupo chino Geely y presidido por Li Shufu, anunció además una contracción inversa de sus acciones —lo que se conoce como un 'reverse split'— con el objetivo de mantener su presencia en el Nasdaq, tras recibir una advertencia del mercado por cotizar por debajo del umbral mínimo de un dólar. El anuncio provocó una caída de hasta el 17% en las acciones de Polestar durante la sesión de apertura en Nueva York. El director financiero de la compañía, Jean-François Mady, calificó los resultados del trimestre como «claramente decepcionantes» y atribuyó las pérdidas al aumento de los costes de producción derivados de los aranceles estadounidenses y a la presión sobre los precios en el mercado de vehículos eléctricos. La empresa, además, se vio afectada por los costes asociados a las garantías de valor residual en Norteamérica, un mecanismo común en los contratos de leasing que obliga a cubrir la diferencia cuando el valor de reventa de los vehículos cae por debajo de lo previsto. Aunque los ingresos del trimestre aumentaron un 36%, las tensiones en márgenes, las deudas acumuladas y la competencia creciente han lastrado los resultados del fabricante, que ha perdido más del 93% de su valor bursátil desde su salida a bolsa en 2022. En un intento por reducir costes, Polestar ha recortado alrededor del 20% de su plantilla —unos 500 empleados— y ha eliminado cientos de puestos en investigación y desarrollo, reforzando su dependencia tecnológica y operativa de Geely. La compañía también ha adoptado un modelo de distribución centrado en concesionarios y ha apostado por Europa, que ya representa el 75% de sus ingresos, frente al 11% procedente de Estados Unidos. Durante la presentación del Polestar 5 GT en septiembre, la empresa anunció que no lanzaría este modelo en Estados Unidos ni en China, los dos mayores mercados automovilísticos del mundo.