La corrupción en la obra pública no es solo un problema económico, es una herida estructural que erosiona la confianza ciudadana, encarece los proyectos por encima de su precio de adjudicación, reduce la calidad de las obras y distorsiona la competencia. Cuando el dinero público se utiliza para intereses privados, la sociedad pierde. Castilla y León no ha sido ajena a esta lacra, recordamos que hasta todo un presidente de la Junta cayó por una supuesta venta fraudulenta de su empresa, Demetrio Madrid, luego absuelto. El PP tiene su lista negra también, no crean. Sin embargo, este fenómeno no es inevitable. Existen medidas concretas, probadas e implementables que pueden reducir drásticamente la discrecionalidad y aumentar la transparencia. En primer lugar,...
Ver Más