Nadie confiaba en ellos tanto como ellos mismos. No estaban ni Alcaraz ni Davidovich, los teóricos uno y dos del ranking nacional, pero la España de los secundarios, el equipo del pueblo, logró una gesta que aún espera rúbrica: la clasificación para la final de la Copa Davis. Tras someter a la República Checa cayó también la Alemania de Alexander Zverev, el único 'top ten' disponible para la batalla a ocho en el SuperTennis Arena. El número tres mundial no falló ante Munar, pero tanto Carreño como el dobles formado por Granollers y Martínez cumplieron de forma sobresaliente. Por delante solo queda un escollo más para los chicos de David Ferrer, una Italia que aspira en casa a un tercer...
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