Mari Carmen Vázquez Vilanova, de 53 años, fue asesinada en la noche del 2 de julio de 2023 , domingo, en su casa de la calle Batanes, en el barrio de Venecia de Alcalá de Henares. Fue Alejandro, su homicida confeso, un joven de 25 años con el que mantenía una relación sentimental, quien llamó a la Policía pasada la medianoche: «He matado a una amiga. La he estrangulado». La víctima y el agresor se conocieron cinco años atrás trabajando juntos en el restaurante Nubium, ubicado en pleno casco histórico de Alcalá. Ella llevaba dos décadas como cocinera. Allí se colocó Alejandro –Álex, como se le conoce– tiempo después, pero apenas duró un año. Durante ese tiempo, ella le brindó ayuda cuando él lo necesitaba: con antecedentes de consumo de alcohol y drogas, él llegó a vivir temporalmente en su casa. «Era un sinvergüenza. Al menos en dos ocasiones metió la mano en la caja. Una vez robó 60 euros y otra, 200. Además, estaba siempre de fiesta, bebía muchísimo y consumía cocaína. Mari le acogió en su casa como una madre, porque a él lo había echado de la suya su familia», explicaban a este diario quienes le conocían entonces, en el año en que se produjeron los hechos. Aquel domingo, entre las 22.30 y las 23.00 horas, durante una discusión acalorada, el acusado presuntamente la golpeó en el costado y en la cabeza, provocándole una fractura de costilla con neumotórax. Posteriormente, con un cuchillo de cocina de 34 centímetros, la apuñaló por la espalda en la zona cervical, causándole una herida de importancia que no llegó a afectar a órganos vitales. Tras esta agresión, el acusado habría empleado el método del mataleón, la técnica de estrangulación conocida como 'mataleón' (asfixiar a la víctima desde atrás, con el brazo, hasta hacerla perder el conocimiento o la vida, como es este caso), lo que causó la muerte «casi inmediata» de la mujer, sin que pudiera defenderse. Los vecinos escucharon los gritos y golpes de Alejandro hacia Mari Carmen. Cuando la Policía acudió al domicilio, encontraron a la mujer sin vida en el salón de la vivienda. Por ello, la Fiscalía pide 20 años de prisión por asesinato con alevosía, junto con libertad vigilada durante cinco años tras cumplir la pena, y una indemnización de 145.000 euros para el hijo de la víctima, quien ejerce la acusación, por daños morales. El juicio con jurado popular comienza hoy en la Audiencia Provincial de Madrid.