El partido de Macron obtiene una clara victoria y la izquierda y el Frente Nacional se hunden
El reparto de escaños en la Asamblea Nacional quedaría como sigue: La República en Marcha y sus aliados de Movimiento Democrático (REM-MODEM) de 390 a 430, Los Republicanos de 85 a 125, el Partido Socialista junto a otras pequeñas formaciones de izquierda de 20 a 35, Francia Insumisa / PCF de 11 a 21 y el Frente Nacional de 3 a 10. La Asamblea Nacional está formada por 577 representantes, por lo que la mayoría se consigue a partir de los 289 escaños.
Un segundo estudio de ELABE para BFMTV pronostica también un 32,6 por ciento para REM-MODEM, lo que se traduciría en segunda vuelta en entre 415 y 445 escaños, una mayoría aplastante para los partidarios del presidente Emmanuel Macron. ELABE pronostica un 20 por ciento para Los Republicanos, un 13,1 por ciento para el Frente Nacional, un 11 por ciento para La Francia Insumisa, un 9 por ciento para el Partido Socialista y sus aliados, un 3,8 por ciento para el Partido Comunista y un 3,3 para Europa Ecología-Los Verdes.
La abstención estaría en cifras récord de hasta el 51,6 por ciento, según los primeros datos oficiales difundidos por el Ministerio del Interior francés.
Tanto la derecha tradicional francesa que representan Los Republicanos como la izquierda, que ya salió malparada de las presidenciales, han exhibido su nerviosismo nada más difundirse los sondeos. El responsable de la campaña electoral de los conservadores Republicanos, François Baroin, ha reclamado a la sociedad una "movilización" en la segunda vuelta de las legislativas que se celebrará el próximo domingo para evitar que "un solo partido", el del presidente Emmmanuel Macron, concentre todo el poder. "En una semana (con la segunda vuelta) llega la gran elección; la movilización de todos es imperativa", ha señalado en una intervención al poco tiempo de cerrarse los colegios electorales. Baroin cree que la abstención registrada hoy en la primera vuelta de las elecciones legislativas, superior al 50 %, refleja "una sociedad fracturada".
Por su parte, el secretario general del Partido Socialista francés, Jean-Christophe Cambadélis, ha admitido la caída "sin precedentes" de la izquierda en su conjunto y "principalmente" de su propia formación.
"Le premier tour des élections législatives est également marqué par le recul sans précédent de la gauche et du Parti socialiste" #DirectPS
— Parti socialiste (@partisocialiste) 11 de junio de 2017
También Cambadélis ha animado a que la segunda ronda del próximo domingo no sirva para ampliar la mayoría ya prevista para La República en Marcha (LREM), sino para instalar un mayor pluralismo en la cámara baja. Ha hecho hincapié en que si se confirma la mayoría absoluta para el partido del presidente, "tendremos una Asamblea Nacional sin verdadero poder de control y sin un debate democrático digno de ese nombre".
"No es sano ni deseable que un presidente elegido en segunda vuelta por el rechazo a la extrema derecha se beneficie del monopolio de la representación nacional", ha considerado Cambadélis, para quien la democracia francesa "no puede permitirse estar enferma".
El temor a un presidente con un legislativo que no pueda poner freno a sus acciones recorre a toda la clase política francesa. "Hago un llamamiento a la clase obrera y la juventud que más se abstuvieron: no déis plenos poderes al presidente", ha tuiteado el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Je lance un appel aux milieux populaires et à la jeunesse qui se sont davantage abstenus : ne donnez pas les pleins pouvoirs au président.
— Jean-Luc Mélenchon (@JLMelenchon) 11 de junio de 2017
La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, ha atribuido a la falta de participación la penalización a su formación. Le Pen ha pedido a todos los "patriotas" acudir masivamente a las urnas en la segunda vuelta de las legislativas el próximo domingo, para frenar la ventaja conseguida en la primera por Macron. "La tasa de abstención muestra que tenemos una reserva de votos considerables", ha dicho después de que los sondeos avanzaran que esta supera el 50%, un récord en la V República (fundada en 1958).
Le Pen ha avanzado que, pese a todo, el FN estará representado en "numerosos departamentos" en la segunda vuelta. "Una fuerte movilización puede llevarnos a la victoria" en esas circunscripciones, ha señalado la líder ultraderechista, para quien su presencia es "esencial" para librar al país del "saqueo de la ley del trabajo" o de la "política de austeridad reforzada" planteada por Macron. Le Pen ha añadido que en la circunscripción en la que ella se presentaba, su feudo electoral en Hénin-Beaumont, en el norte del país, ella ha llegado "ampliamente en cabeza", con más del 45 % de los votos.
Enfrente de todas estas valoraciones, el primer ministro francés, Édouard Philippe, ha considerado que el mensaje transmitido por los votantes "no tiene ambigüedad", pese a la alta tasa de abstención. Philippe ha señalado que la "larga secuencia electoral que empezó hace un año" -con las primarias en la derecha y la izquierda, las presidenciales y las legislativas- ha influido en la abstención. El primer ministro ha hecho una declaración nada más cerrarse los colegios electorales y ha escrito en Twitter que "Francia está de vuelta":
Mes chers concitoyens, la France est de retour. #Legislatives2017 pic.twitter.com/BpTPPERaMT
— Edouard Philippe (@EPhilippePM) 11 de junio de 2017
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