Atlético de Madrid-Barcelona: Al fondo hay fútbol
Lo que más le gusta a Leo Messi cuando llega a Madrid es encargar sushi desde la habitación, siempre del mismo restaurante, y marcar goles al Atlético. 27 le ha marcado en todas las competiciones, 22 en 22 partidos de Liga repartidos entre el Calderón y el Camp Nou. Hoy estrena el Metropolitano, pero no necesitaba marcar tres goles a Ecuador y meter a Argentina en el Mundial para que Simeone diga que es «el mejor jugador del mundo».
«El Barcelona es uno de los mejores equipos del mundo», dice el Cholo. «Ha sabido reacomodarse, reinventarse de manera veloz después de la salida de Neymar», asegura. «Siguen siendo competitivos tras su marcha. Messi, Piqué, Busquets, Suárez se lo transmiten a los demás». Y Leo demuestra con goles su competitividad. Lleva once en las primeras siete jornadas de Liga. La llegada de Neymar y Suárez le hizo relajarse en los últimos años ante la portería. Se repartía los goles con sus amigos. Desde que Neymar llegó a Barcelona no había tenido un arranque de temporada tan productivo. Cuatro goles llevaba a estas alturas la temporada pasada, tres la anterior y seis en la 2014/15, cuando Luis Suárez aún no había podido debutar por la sanción que le impuso la FIFA después de morder a Chiellini en el Mundial de Brasil. Ocho había logrado en la 2013/14, cuando el uruguayo aún jugaba en el Liverpool y Neymar trataba de adaptarse al Barcelona.
«Este Barcelona tiene distintas características en cuanto a sus jugadores. Puede jugar con Sergi Roberto, Busquets, Rakitic e Iniesta. Tiene cuatro centrocampistas y vuelve a reacomodarse un poco más volcado al estilo, el 4-4-2, que tenía el Bilbao con Valverde», analiza Simeone. Con Messi y Luis Suárez, «lejos de cualquier trabajo defensivo» para hacer daño en el área. «Lionel es un jugador determinante, que puede estar sesenta minutos sin jugar y resolver el partido, pero no doy ninguna noticia, no soy el primero que lo dice», añade. «Con Argentina volvió a demostrar que es el mejor del mundo».
«Hay veces que cuando las cosas se repiten, se repiten y se repiten dejan de sorprenderte. El partido que hizo Messi es de los que hace aquí, apareció y de qué manera. No creo que quede nadie que dude de él», decía Ernesto Valverde ayer. El entrenador azulgrana destaca la capacidad del «10» para llevar con naturalidad la condición de mejor jugador del mundo. «Sabes que él puede resolver en cualquier partido y que se propone hacerlo. Tiene esa carga de ser el mejor del mundo, la lleva, y la demuestra cada día».
Messi es el argumento ofensivo del Barcelona. Griezmann debería ser el del Atlético, que sólo ha metido un gol más que el argentino en Liga. 23 ha marcado el Barcelona en el campeonato. El francés ha metido dos, ambos en el Metropolitano, contra el Málaga y el Sevilla. Tres ha metido Correa, que hoy volverá a ser el acompañante del «7» del Atlético en el ataque. «Está más cómodo con un punta como Torres, Gameiro o Vietto. Correa sale más a jugar, hay menos referencias, pero Correa está bien y como está bien va a jugar», anuncia el Cholo.
Sólo en su primera temporada como jugador del Atlético, en la 14/15, había tenido menos puntería Griezmann. El curso pasado había marcado seis goles en las siete primeras jornadas. Tres había logrado hace dos temporadas, pero en el año de su estreno como rojiblanco no consiguió marcar hasta la décima jornada, cuando el Córdoba se llevó dos goles del francés en el Calderón.
Se enfrentan el primero y el cuarto, Messi y Griezmann en un ambiente tenso que los entrenadores pretenden que no afecte dentro del campo. «Será espectacular. Es un partido entre dos equipos que quieren optar a ganar la Liga, pero esto es un partido de fútbol, no es más», dice Valverde. «El fútbol está hecho para disfrutar. No veo mucho más que todo eso. Las lecturas posteriores las veremos después del partido. Esto es un espectáculo y queremos que la gente disfrute», añade. «Tengo mucho respeto a todo lo que está sucediendo. Tengo un pensamiento, pero me lo guardo porque no ayuda en nada», asegura Simeone. Al fondo hay fútbol.