Álex Rins: «En la pista no miro el número ni el nombre»
El aterrizaje de Álex Rins (Barcelona, 1995) en MotoGP no pudo ser más doloroso. Se rompió la muñeca en el tercer entrenamiento libre del Gran Premio de Estados Unidos y se perdió aquella carrera y las cuatro siguientes. Ha necesitado tiempo para encontrar las sensaciones con su nueva Suzuki. En Japón, en mojado, consiguió su mejor clasificación este curso (quinto) y en Australia se sintió fuerte también en seco y acabó con una sonrisa. Espera un buen cierre de temporada este fin de semana en Valencia mientras se ilusiona con el nuevo motor que su equipo ha fabricado para la próxima temporada.
–No sé si usted era consciente de que MotoGP dolía tanto...
–¿Por las lesiones?
–Claro.
–La verdad es que no he tenido mucha suerte este año. He tenido bastantes lesiones, pero bueno, lo importante, y toquemos madera, es que no vuelva a ocurrir. Forma parte de este juego, del trabajo. Estoy recuperado del todo, con experiencia, porque llevo unas cuentas carreras haciendo «top 10». Así que hay buenas expectativas para lo que queda de año.
–¿Ha conseguido ya disfrutar de MotoGP?
–Sí, disfruto. Es una categoría muy complicada en la que todo el mundo va a fondo y nadie perdona nada. Pero hace tiempo que le tengo cogido el truco a la moto y a ver cómo sigue evolucionando.
–¿Qué es lo peor de estar recuperándose de una lesión?
–El tiempo pasa súper lento. En los dos meses que estuve parado sólo deseaba volver a subirme a la moto otra vez.
–¿Cómo vio el regreso tan rápido de Rossi tras su fractura?
–La verdad que fue muy atrevido Valentino. Si lo hizo es porque se sentía bien. Molestias tendría seguro, pero él creía que podía hacerlo bien. Tenía que intentarlo. Yo en su lugar habría hecho lo mismo.
–¿Cómo es regresar de una lesión grave? ¿Deja alguna secuela?
–Algunas caídas son más fuertes que otras, pero intentamos no cogerle miedo a las caídas, porque si no, no iríamos igual de rápido.
–¿MotoGP es otra historia en relación a Moto2 y Moto3?
–Sí, hay mucha diferencia, mucho cambio, en el sentido de manejar la moto, la electrónica, el desgaste de los neumáticos. Hay mucho trabajo para evolucionar.
–¿Se trabaja más en MotoGP?
–Yo creo que sí. Muchas reuniones con los japoneses para intentar evolucionar la moto, pero al final es lo que toca cuando estás en un equipo de fábrica. Yo estoy muy contento.
–¿El piloto influye más que en otras categorías?
–Sí, al final, estoy en un equipo que por suerte tiene muy buenos profesionales, hay un vínculo muy cercano y esto ayuda para poner a punto la moto y dar pasos hacia adelante.
–¿Siente que usted es la estrella del proyecto de Suzuki?
–No sé si soy el que manda, porque también tengo a Iannone como compañero y tiene mucha más experiencia. Pero lo que sí que siento es que con los técnicos y el «team manager» hay confianza y poco a poco vamos creciendo.
–¿El otro gran cambio de MotoGP son los rivales?
–Los rivales son los mismos, lo que cambia son las motos, que van mucho más rápido y hacen que los adelantamientos cuesten un poco más.
–¿Se puede aprender algo de los otros?
–Cada uno tiene su forma de pilotar, pero aprendes mucho de otros pilotos sobre cómo mejorar y cómo manejar la situación.
–¿Alguno le ha sorprendido especialmente al verlo de cerca?
–No. Todos los de MotoGP son muy buenos, si no, no estarían. Intento pensar que son pilotos como los demás. En pista, cuando piloto con Marc o con Valentino, no miro el número ni el nombre y trato de hacer lo que yo sé.
–¿Cuándo gana el piloto que no gana carreras?
–Depende del objetivo que te pongas y de lo que pienses. Un gran resultado este año, por las lesiones y todo, es el «top 10».
–¿Ya se ha imaginado ganando por primera vez en MotoGP?
–Me falta bastante experiencia y tener la moto un poco más en el sitio. A ver el año que viene...