Junqueras diseña un Govern para dirigir Cataluña sin ser president
Según explican a El Confidencial Digital altos cargos de ERC, Oriol Junqueras está “convencido” de que, con la asunción por parte del Tribunal Supremo de la causa contra él y todos los miembros del Govern cesado, saldrá de prisión antes de las elecciones del 21-D. No obstante, ha admitido a los suyos, “eso no quiere decir que esté libre para ser president”.
En ese sentido, el ex vicepresidente tiene asumido que, a pesar de ganar las elecciones, y ser él el cabeza de lista de ERC, no podrá presidir la Generalitat, al tener pendiente un juicio por delitos de rebelión, sedición y malversación, y con la amenaza de volver a ser enviado a prisión “en cualquier momento”.
Así, desde su entorno aseguran que “no es lo mismo pedir un permiso penitenciario para votar en la investidura que gobernar Cataluña desde la cárcel”. Por ese motivo, “ni él ni los ex consellers encarcelados entrarán en el nuevo Govern, aunque puedan participar en la toma de decisiones”.
Rovira, al frente de un Govern “plenamente ejecutivo”
Con este escenario en mente, Oriol Junqueras ha decidido impulsar, sin reservas, a Marta Rovira como presidenta de la Generalitat. La secretaria general de Esquerra Republicana es una persona de la máxima confianza del ex vicepresidente y, además, en la pasada legislatura ya tuvo un cargo de relevancia que le ha permitido ser un rostro conocido entre el electorado.
En concreto, Rovira ha ocupado, durante los dos últimos años, el puesto de portavoz de la coalición de Junts pel Sí en el Parlament.
Esa responsabilidad le permitió defender en la Cámara el procés independentista y, además, actuar como enlace entre los diputados de ERC y el PDeCAT, algo que tendrá que volver a hacer en una legislatura para la que cada partido ha presentado candidatura propia.
Si los resultados acompañan y tanto los ex convergentes como la CUP dan el respaldo a Rovira para ser la nueva presidenta de la Generalitat, ésta estará al frente de un gobierno “plenamente ejecutivo” o, lo que es lo mismo, “sin ningún conseller en riesgo de encarcelamiento”.
Una condición que Junqueras considera “imprescindible” para evitar el cese del Gover a mitad de legislatura por “las condenas que se van a producir”.
Junqueras dirigirá la Generalitat en la sombra
El ex vicepresidente de la Generalitat, pese a no formar parte del nuevo Govern, tiene decidido ser él quien dirija Cataluña, ya sea desde el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo o, incluso, desde la cárcel.
Para ello, explican las fuentes consultadas, será el propio Junqueras, y no Marta Rovira, el que elija a los nuevos consellers. Unos cargos a los que él mismo, y los ex miembros del Govern que están también imputados, transmitirán las acciones a llevar a cabo desde la Generalitat en una legislatura en la que “habrá que pactar con el Estado para la instauración de la república catalana”.
El perfil de estos consellers, señalan desde ERC, será “más bien técnico”, tal y como el propio Junqueras “ha dejado caer” a la hora de diseñar las listas electorales. En este sentido, destacan la presencia de “independientes” junto a representantes del partido en las candidaturas de las cuatro provincias catalanas.
Así, los republicanos destacan los fichajes de la experta en derecho internacional Najat Driouech; del activista y productor musical Ruben Wagensberg; la atleta Núria Picas; y de la escritora Jeen Díaz. Alguno de ellos, añaden, podría entrar en el Govern.
Críticas al fichaje estrella de Puigdemont
Oriol Junqueras, aseguran desde Esquerra, “tiene muy claro” que ni él ni sus ex consellers podrán formar parte del nuevo Gover. No obstante, añaden, “Puigdemont parece no darse cuenta de la realidad”.
En ese sentido, destacan que el ex president ha hecho fichajes “mediáticos pero inútiles”, como el de Jordi Sánchez, que será su número dos en la lista por Barcelona. En este sentido, en ERC acusan al ex president de pretender volver a la Generalitat, acompañado de los que están con él en Bruselas y de Sánchez, cuando “eso es imposible”.
Esa diferencia de criterios no es baladí, ya que Junqueras es consciente de que tendrá que pactar la conformación del nuevo Govern con el PDeCAT. Una circunstancia que fuerza a ERC a lograr una “importante ventaja” respecto a los ex convergentes para tener la “voz cantante” en la negociación posterior.
Junqueras, a la espera de lo que ocurra el 21-D, ya está preparado para conformar un Govern a su medida: “Es el momento de Esquerra y él no va a quedar al margen a pesar de no ser president”, advierten sus colaboradores.