Elevan a 13 años y cinco meses la pena de cárcel para Oscar Pistorius
Oscar Pistorius nació con un problema genético que hizo que sus padres tomaran la decisión de amputarle las piernas por debajo de las rodillas con tan solo 11 meses. Con el paso de los años, se convirtió en icono de coraje y superación tras competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 para personas no discapacitadas, pero el asesinato de su novia puso fin a su carrera y le hizo caer en un hoyo.
La Corte Suprema de Apelaciones reunida en la ciudad de Bloemfontein ha considerado esta última semana que el juez que llevó el caso de Pistorius pasó por alto varias razones que no tuvieron en cuenta durante los tribunales en la primera sentencia. Los miembros de la corte acordaron con la Fiscalía, que en un inicio pedía 15 años (la pena máxima que se contempla para el delito de asesinato), que la anterior condena no era la adecuada.
Pistorius, que ahora tiene 31 años, disparó a su novia cuatro veces a través de la puerta cerrada del baño la madrugada del 14 de febrero de 2013 en su casa de Pretoria (Gauteng, Sudáfrica). El exatleta paralímpico alegó que abrió fuego presa del pánico ya que confundió a su novia, Reeva Steenkamp, con un ladrón. Pensaba que éste había entrado en la vivienda por la ventana del baño.
Un año después del asesinato, el Ministerio Público recurría por segunda vez la condena impuesta contra Pistorius, dado que la original le condenaba tan sólo a cinco años de prisión. La institución consideraba que el exatleta no tenía intención de acabar con la vida de su novia, por lo que fue condenado por delito de homicidio.
En diciembre de 2015, tras el recurso de la Fiscalía, el Tribunal Supremio de Apelación (TSA) anuló la condena por homicidio y declaró a Pistorius culpable de asesinato. Concluyó que el exatleta sí que tuvo intención de matar a la que fue su víctima independientemente de si era su novia o un ladrón. En julio del año pasado, la jueza del caso, Thokozile Masipa, dictó la pena de seis años de cárcel por asesinato contra Pistorius ya que consideró que existían circunstancias atenuantes, por lo que el caso volvió al Tribunal Superior de Pretoria. La Fiscalía calificó esta pena de “extremadamente indulgente” ya que consideraban que la ésta debía ser de 15 años como contempla la ley sudafricana para los delitos de asesinato. Uno de los argumentos fue que Pistorius nunca dio una razón convincente que aclarara por qué disparó cuatro veces. Además, en el juicio pusieron en duda que sintiera o no un verdadero remordimiento por lo ocurrido.