Puigdemont insiste en ser investido y Torrent avisa que quiere un Govern efectivo ‘desde el minuto 1’
Puigdemont ha llegado al punto de pedir al Gobierno central que "retire las trabas" para que pueda celebrarse la próxima semana el debate de investidura. Y, cuando se le ha preguntado si lo que pretende es que el Gobierno español actúe al margen de la separación de poderes, ha esgrimido que “fue la vicepresidenta del Gobierno (Soraya Sáenz de Santamaría) la que dejó claro quién había llevado a prisión y descabezado al Gobierno independentista", en alusión a esta afirmación de la número dos del Ejecutivo en un acto de la campaña para las elecciones autonómicas: “¿Quién ha hecho que hoy por hoy ERC, Junts per Catalunya y el resto de independentistas no tengan líderes porque están descabezados? Mariano Rajoy y el PP”.
"Pedimos normalidad, rigor y sentido común", ha dicho el expresidente catalán, quien sigue parapetándose en el 21-D y utilizando el ‘mandato de las urnas’ para blanquear sus cuentas con la justicia y legitimarse.
Tras reiterar que los ciudadanos han dejado claro que quieren que él sea el presidente del Ejecutivo catalán, ha insistido en que no va a cejar en el empeño. “Vamos a intentar que sea como quieren los ciudadanos”, ha asegurado y no ha querido entrar a teorizar sobre otras posibilidades si su plan no sale como él quiere. “Estamos en el terreno de la especulación”, ha respondido para eludir el tema y ha hecho hincapié en que su prioridad es que “el resultado (de las elecciones) lo respetemos todos, cosa que no ha hecho el Gobierno todavía. (…) Si no es así, (desde el Gobierno central) deberán explicar por qué”.
Frente al Gobierno de Mariano Rajoy, ha asegurado que no caerá en “el chantaje” y se ha reafirmado: “No abandonaremos lo que reclamó el 21 de diciembre el pueblo de Cataluña, hay que intentar la investidura". Y ha considerado que “todavía hay tiempo" tanto para decidir cómo se intentaría esa investidura como para anunciar si renuncian o no al acta los exconsejeros Lluís Puig, Toni Comín, Meritxell Serret y Clara Ponsatí, los cuatro que le han acompañado en su huida a Bruselas. Esa renuncia es lo que permitiría asegurar la mayoría independentista ya que, hoy por hoy, los letrados del Parlament no admiten que puedan delegar el voto.
Puigdemont, en definitiva, sigue con su huida hacia adelante con aparente indiferencia hacia los obstáculos que convierten su empresa en una quimera. Mucho más realista se ha mostrado el presidente del Parlament, Roger Torrent, quien ha subrayado que su intención es “intentar provocar que haya Govern lo más rápidamente posible”, que sea “efectivo” y que “pueda trabajar desde el minuto 1”. Ninguna de las tres condiciones se cumplirá si Puigdemont persiste en su plan de ser investido el día 30.
Si trata de someterse al trámite parlamentario de forma presencial, será detenido. Si pretende hacerlo telemáticamente, chocará con el recurso al Tribunal Constitucional con el que ya ha amenazado el Gobierno. Y, además, mientras no haya un nuevo ‘president’ avalado por la mayoría de la Cámara, Rajoy sigue teniendo el instrumento del 155 para disolver el Parlament y forzar una repetición de las elecciones para desatascar una eventual situación de bloqueo.
Torrent, que pertenece a ERC, no hace otra cosa que seguir la línea argumental de su partido desde que se celebraron las elecciones: es preciso constituir un Govern que permita levantar el 155 y volver a la normalidad superando la pantalla previa a la aplicación del artículo, la caracterizada por la tensión y el constante enfrentamiento con el Gobierno.
Por lo demás, Torrent ha dedicado buena parte de su intervención a criticar el veto del Gobierno a que se reuniera con Puigdemont en la sede de la delegación de la Generalitat en Bruselas, una prohibición motivada por ser uno de los interlocutores un presunto delincuente huido de la justicia española. Para el presidente del Parlament, que ha comparecido visiblemente enfadado por el obligado cambio de sede para el encuentro, se vulneran derechos fundamentales de los 'exconsellers' -los cuatro prófugos que acompañan al expresidente también han participado- y de la institución que represento”.
A su entender esta vulneración se produce “tanto de la óptica legal española como desde la belga”, puesto que “se vulneran derechos políticos de ciudadanos europeos que están ahora en Bruselas”. Ha tachado la decisión de “anómala y escandalosa” y ha anunciado que los servicios jurídicos de la cámara ya estudian qué acciones legales se pueden emprender.
Tampoco le ha gustado a Torrent que Mariano Rajoy haya rechazado la petición que le hizo por carta para mantener una reunión en la que abordar el desarrollo de la investidura en el Parlament. “Nunca me he reunido con el presidente de un Parlamento autonómico para hablar de una investidura”, ha objetado el presidente en una entrevista en Onda Cero, sin tener en cuenta que en este caso es él quien ejerce la presidencia de la Generalitat en virtud de la aplicación del artículo 155. "Frente a la voluntad de dialogar con el Gobierno de Mariano Rajoy, no solo recibimos un no por respuesta, sino que no se nos permite reunirnos", ha lamentado Torrent, para quien resultaría “saludable y deseable” que las dos instituciones se pudieran reunir y abordar cuestiones de tanto calado como la investidura del futuro ‘president’.
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