Empate sin goles que castiga el mal juego de los dos equipos
No obstante, Las Palmas ha sumado cuatro de los seis últimos puntos en disputa, lo que le ha acercado a solo dos de la salvación a la espera de que se complete la jornada.
El Athletic suma su quinto partido seguido sin ganar y ve cómo ni mejora en el cuestionable juego que está realizando este curso ni vuelve a acercarse a unos puestos europeos que, manteniendo todavía diez puntos sobre el descenso, siguen siendo su objetivo.
El choque fue de claro dominio rojiblanco, aunque con sólo una ocasión clara para Iñaki Williams al final del choque, y contras amarillas más peligrosas, sobre todo dos de Tana, cerca del descanso, y Nacho Gil, a la hora del partido que perdonaron el 0-1.
Hubiese sido demasiado premio para los de Paco Jémez y un castigo excesivo para los de José Ángel Ziganda.
Con un once en el que Cuco deshacía los cambios de Girona para volver al habitual 4-4-2, el Athletic intentó llevar la iniciativa desde el principio y hasta marcó un gol.
Pero el árbitro del encuentro anuló un tanto de Yeray ya casi en el área pequeña en jugada de estrategia por falta de Mikel Rico a unos metros de distancia, al borde del área. Hubiese sido el primer gol del central de Barakaldo como jugador del Athletic y, además, en el día en el que volvía a jugar en La Catedral tras superar el cáncer del que recayó en junio pasado.
Respondió rápido el equipo canario, con un disparo de Jonathan Viera desde lejos que se fue alto, pero muy ajustado al larguero de Kepa, que también volvía al equipo rojiblanco tras su lesión en el pie.
Apuntaba a entretenido el partido entre dos equipos casi cogidos por pinzas, por su necesidad de ganar y también por sus continuos errores en el pase. Que, sumados a la gran cantidad de faltas señaladas por Estrada Fernández, ralentizaron el encuentro
En esa dinámica, un par de oportunidades locales, ninguna muy clara, evitaron las críticas desde la grada. En la primera, Williams cabeceó, muy desviado, un centro de De Marcos que tampoco encontró rematador en el segundo palo; y en la segunda, Raúl disparó desde la frontal, pero muy marcado y desviado.
Más clara, de todos modos, fue la segunda ocasión amarilla ya con el descanso encima, con Tana en juego desde la media hora de partido. Pero Tana dudó demasiado en una contra montada por Calleri tras nueva pérdida de Mikel Rico. No disparó cuando debió y Viera, al que cedió atrás, ya se vio apurado y mandó alto su lanzamiento.
Sin una mejoría clara de ninguno los dos equipos, en el segundo tiempo empezaron a pasar más cosas en las área. Para arrancar una caída de Aduriz que no pareció penalti y para continuar otro remate de Aduriz, de cabeza a centro de Iturraspe.
A la hora de partido, Las Palmas gozó de su segunda ocasión. Pero Nacho Gil, tras un gran pase que le dejó solo ante el meta local, se obnubiló frente al portero. Que también supo mantenerse firme y despejar a córner en una doble intervención.
Williams y Susaeta respondieron rápido y a Etebo se le fue el control en una buena llegada al área antes de que el Athletic tocase a rebato y, dirigido por Beñat, iniciase el asedio final.
Lo abrió Raúl García con dos remates en el área cayéndose y sin poder conectar bien el balón y lo continuó Aduriz con un cabezazo que lamió el poste a centro de Beñat.
Aunque la mejor ocasión la tuvo Williams en una contra en la que no fue capaz de superar a Chichizola. El delantero bilbaíno, al que dejó solo un balón largo de Rico, no vio a Aduriz, más solo aún en el otro lado del área y esperando para remachar sin oposición.
Ya con Las Palmas atrincherada tras un par de cambios defensivos poco habituales en Paco Jémez, Aduriz no llegó a un centro de Córdoba, Beñat no conectó bien una disparo de lejos y el Athletic no pudo sacar nada tampoco de varias jugadas de estrategia.