«La vocación científica de las niñas se impulsará si tienen referentes en las que mirarse»
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Para algunos, el hecho de que el porcentaje de hombres supere al de mujeres matriculadas en carreras del ámbito científico tiene que ver con una elección natural. Para Mercedes Wullich, experta en liderazgo femenino, son otros los factores que influyen en ello. «Niñas y niños crecen con una visión sesgada por estereotipos a causa de lo que ven en la tele, en las revistas y en su propio entorno. Todo esto hace que, antes o después, sus decisiones se vean determinadas por esos estereotipos, incluso cuando deciden qué estudiar», indica Wullich.
La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo, recuerdan desde la ONU. Y es que, a pesar de que año tras año aumenta el número de matrículas femeninas en estudios de grado superior, las mujeres todavía están poco representadas en campos como el de la ciencia.
«Una de las principales causas es el escaso reconocimiento a las mujeres que destacan en este ámbito. La falta de visibilidad de las expertas hace que las más jóvenes no tengan inspiración, espejos donde mirarse», explica Mercedes Wullich, quien suele impartir talleres para dotar a las asistentes de herramientas que les ayuden a alcanzar sus metas laborales.
No es necesario irse muy lejos para comprobar que lo que Wullich afirma es cierto. Durante los últimos 10 años, solo 3 de las 26 personas premiadas con el galardón Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica han sido mujeres. Además, estos premios celebraron su primera edición en 1981, pero no fue hasta 2003 cuando se otorgó este reconocimiento a la primatóloga y antropóloga Jane Goodall.
Ante la falta de reconocimiento a la labor de las mujeres en diversos sectores, Mercedes Wullich decidió crear Las Top 100 Mujeres Líderes de España en 2011. «Con este ranking, damos visibilidad a profesionales extraordinarias en sus áreas de actuación. Si queremos cambiar las cosas, es urgente que las niñas tengan referentes en todos los ámbitos y, por supuesto, también en el de la ciencia. ¿Por qué no habrían de llegar hasta donde se propongan?», concluye Wullich.