Ponce, Morenito de Aranda y Roca Rey, cartel para San Isidro en Talavera
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Ponce, máxima figura del orbe taurino, lleva sin pisar el coso de «La Caprichosa» desde el 16 de mayo de 2001, cuando abrió la puerta grande al cortar dos orejas de un lote de Zalduendo. Entonces alternó con Curro Vázquez y El Juli. Hace cuatro años estuvo anunciado para San Mateo, pero una rotura fibrilar producida unos días antes le impidió torear.
Jesús Martínez Barrios «Morenito de Aranda» pertenece a la clase media del escalafón, aunque hace no mucho salió a hombros de Las Ventas. El año pasado actuó en la ciudad de la cerámica para San Mateo y triunfó con tres orejas y rabo. Mientras, el peruano Roca Rey es el último niño prodigio de este arte, con sitio entre las figuras desde que tomó la alternativa en septiembre de 2015. Los talaveranos le verán por primera vez.
Con este festejo la ciudad terminará de recuperar la normalidad en el tema taurino después de unos años en los que se han vivido situaciones esperpénticas. El día de San Isidro de 2015 un novillo preparado para el concurso de recortadores se escapó de la plaza y provocó el pánico en la calle, hiriendo a once personas, hasta que fue abatido en el puente del Príncipe.
En 2016 se conoció la intención de las propietarias de «La Caprichosa» de vender el coso y su negativa a dar festejos, y para San Mateo se organizó una corrida en una portátil. El asunto se volvió inverosímil en las ferias de San Isidro del año pasado, cuando dos empresas pretendían organizar sendos festejos en portátiles separadas por solo unos cientos de metros. Al final una de ellas se retiró, pero la corrida que se celebró fue un ridículo absoluto: menos de 200 espectadores en las gradas y un ganado lamentable en el ruedo.
Para San Mateo, «La Caprichosa» volvió a abrir sus puertas y la empresa Talatauro (la misma que ahora) organizó un festejo digno con Diego Urdiales, Morenito de Aranda y Paco Ureña ante ganado de El Tajo y La Reina. El resultado artístico fue un éxito y «Pocosol», el sexto toro, fue indultado por Ureña. Ahora, para San Isidro, se sube la apuesta con un cartel que no desentonaría en las principales ferias.