«Antique & Chic»: antigüedades y buen gusto, en la Milla de Oro

Leyendo estas líneas o mirando con detalle las imágenes que ilustran esta información reconocerá muchos de los muebles y menaje del hogar que han decorado, en otra época, su casa. Algunos de ellos habrán terminado en rastrillos benéficos o en puntos limpios, en el mejor de los casos. Otros se habrán perdido para siempre, hechos añicos, en un vertedero. Es el eterno problema de las modas, pero si se tiene buen criterio y se sabe esperar al momento adecuado, los objetos cotidianos de la casa pueden volver a tener una segunda vida. Esa es la esencia de la tercera edición de Antique & Chic que se celebra, hasta el próximo domingo, en el número 2 de la calle Serrano. Miguel Arcas - MAYA BALANYÀ Antique & Chic Calle de Serrano, 2. Madrid. Hasta el domingo 25 de febrero, de 11 a 21 horas. Acceso libre. Un espacio abierto a todos aquellos que busquen una pieza singular con la que enriquecer sus casas en el que, además de antigüedades de todo tipo se puede encontrar asesoramiento para vestir el hogar a la última moda. «No es un lugar donde encontrar gangas. No se trata de eso. Pero en este "pop up" se pueden comprar piezas a todos los precios. Es un lugar para todos los bolsillos, aunque hay también joyas de gran valor», explica a ABC Rocío Padura, organizadora de esta cita a la que han acudido tiendas de toda España. El arte contemporáneo –coincidiendo con la feria ARCO– tiene asimismo un papel destacado en alguno de los stands. Beatriz Bálgoma, por ejemplo, ha traído a este mercado una selección de obras contemporáneas que, a su juicio, casan perfectamente con una pieza clásica. «Madrid está a la vanguardia de la decoración en este momento y, cada vez más, este tipo de eventos se parecen a las grandes ferias londinenses de antigüedades», destaca. En su puesto se pueden adquirir cuadros de artistas consagrados como Julián Grau Santos y de talentos emergentes como las esculturas «De lodo» –desde 600 euros– del artista ovetense Juan Pérez. Bálgoma viaja frecuentemente a Francia y a Italia para traer piezas singulares. «Es un negocio al alza, con clientes jóvenes que buscan algo especial para articular un discurso decorativo en torno a esa pieza», explica. «La tendencia es buscar el contraste», concluye. Beatriz Bálgoma - MAYA BALANYÀ En esa línea, Miguel Arcas asegura que la decoración lineal en la que un único estilo se replica en toda la casa es «aburridísimo». «La suma de elementos dispares, unidos con criterio, enriquecen la decoración», explica. En su puesto se pueden encontrar vajillas francesas, muebles de mimbre y bambú, centros de mesa y muebles provenzales. Entre ellos, destaca una gran alacena francesa del siglo XIX que está a la venta por 3.400 euros. Helena Egea - MAYA BALANYÀ También desde Francia, y concretamente de París, trae hasta Madrid el último grito en decoración Helena Egea. «Las mesas de latón, de los años 50, son lo más allí», explica. En su puesto se exponen algunas de las últimas adquisiciones que ha logrado en las ferias del sur de Francia y, sobre todo, en Parma. «Se trata de dar una segunda vida espléndida a piezas que no necesariamente tienen un gran valor económico, pero que son auténticas y están bien conservadas», asegura. Rincón gourmet Jesús Gracián - MAYA BALANYA Por la feria es fácil ver durante estos días a decoradores como Lorenzo del Castillo, célebre por sus trabajos para hoteles y restaurantes de medio mundo. Entre los puestos de anticuarios llegados de toda España, destaca un rincón gourmet en el que se venden productos selectos de Francia y tabletas de chocolate de Matías López, la célebre casa artesana madrileña fundada en 1851. Asimismo se pueden comprar objetos cotidianos como cojines –elaborados con telas rescatadas de los años 50 en Francia– o antiguas máquinas de coser en miniatura –de juguete y con sus instrucciones originales– que forman parte de la propuesta decorativa de Rosa Leyva, de The Fabric Rose. O descubrir el renacimiento que el arte del mimbre y la cordelería tiene gracias al trabajo de restauradoras como Amalia Franco, conocida como «La sastre del mueble». Serigrafía sobre barro de Picasso, a la venta en la feria - MAYA BALANYÀ La feria también reserva espacio a obras importantes rubricadas por Salvador Dalí, Pablo Picasso –varias serigrafías sobre barro–, Georges Braque, Andy Warhol –una serigrafía sobre tela, certificada– o Antoni Tapies. Todas ellas forman parte de la selección de piezas singulares que ha traído hasta este mercado efímero Juan Matesanz junto a muebles y antigüedades de gran valor. Otro de los anticuarios con mayor variedad de estilos y objetos que ha venido a Madrid es Jesús Gracián, de Espi Antiq en Pamplona. Además de sus propias esculturas en metal, en su stand se pueden encontrar piezas de art decó, mesas de los años 30, mobiliario de forja para el jardín y grandes piezas de cerámica. Casa Decor 2018, en Chamberí Casa Decor, el escaparate de tendencias decorativas enmarcado a finales de la primavera, ha llegado con adelanto en su 53 edición para coincidir con la feria de ARCO. En esta ocasión, hasta el próximo 25 de marzo, el número 2 de la calle Francisco de Rojas acoge las últimas tendencias del mundo de la decoración con la representación de más de un centenar de empresas. El barrio madrileño de Chamberí ha sido el elegido para acoger esta cita que celebra ya un cuarto de siglo. Un total de 67 espacios que sirven de catálogo de tendencias, con un amplio muestrario de estilos y la última moda tecnológica.