Luis Almagro elogia a Trump y arremete contra la ONU por «falacias» sobre Venezuela
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El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, ha lanzado elogios este viernes hacia la política exterior de la Administración Trump por su postura hacia Venezuela y Cuba, mientras que ha arremetido contra informes de Naciones Unidas que, a su juicio, son «falacias» que el régimen de Nicolás Maduro ha utilizado como «propaganda». Además, ha pedido que los países latinoamericanos pasen de las declaraciones a «la acción» y, como Estados Unidos y la UE, adopten sanciones económicas contra los responsables de la dictadura chavista y apoyen los procesos para llevarlos ante la Corte Penal Internacional.
Almagro se ha pronunciado así en una mesa redonda en la Casa de América en Madrid, en la que ha intervenido junto al escritor peruano Mario Vargas Llosa y el portavoz de Asuntos Exteriores del PP, José Ramón García Hernández, y la que los tres han arremetido contra las elecciones presidenciales convocadas por Maduro para el próximo 20 de mayo por considerarlas fraudulentas. El debate ha estado moderado por el periodista Ramón Pérez-Maura, adjunto al director de ABC, y lo ha presentado la abogada de derechos humanas venezolana Tamara Suju.
Para el secretario general de la OEA, Donald Trump «tiene una política muy clara respecto a determinadas situaciones en América Latina, especialmente Venezuela y Cuba». En este sentido, en respuesta a una pregunta del público, ha recordado que el presidente de Estados Unidos ha impuesto «sanciones cada vez más duras» contra el régimen de Maduro y ha dicho esperar que los nombramientos tras el relevo al frente del Departamento de Estado permitan actuar «con más determinación» y con «una visión única» respecto a Venezuela, lo que a su juicio contribuirá a fortalecer las posiciones de las organizaciones internacionales.
Precisamente ha arremetido contra algunas actuaciones de Naciones Unidas que, en su opinión, han dado oxígeno al Gobierno venezolano. Respondía a una cuestión de otro asistente sobre el experto de la ONU Alfred de Zayas, que recientemente ha negado la existencia de una crisis humanitaria en Venezuela. Según Almagro, el régimen solo deja entrar en el país a aquel que «no es independiente», sino «afín» a su ideología o condiciones políticas. Almagro recordó que cifras económicas aportadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (Cepal) han ayudado al régimen y que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) «también premiaron al régimen por falacias que estaban completamente alejadas de la realidad y que sirvieron al régimen para hacer propaganda». En cambio indicó que la OEA «no es invitada a observar elecciones en Venezuela desde 2007», antes del «síndrome Almagro”, ironizó en alusión a las críticas que recibe por su beligerancia contra la dictadura venezolana.
Luis Almagro se felicitó porque los países de América Latina han respondido ante la situación en Venezuela, a pesar de que «no era fácil» por su complejidad, reconoció. Además de dos resoluciones de la propia OEA, también los miembros del Grupo de Lima se han posicionado. Sin embargo, a su juicio, ya ha pasado el tiempo de las declaraciones y ahora es necesario pasar a «la acción», con la aplicación por los estados del continente de sanciones financieras y el apoyo a las denuncias sobre crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional. «Hay bienes bolivarianos en casi todos los países latinoamericanos» y grupos como Hizbolá se financian gracias al narcotráfico venezolano. «Esa dictadura no puede ser impune», enfatizó.
Para él, las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 20 de mayo en Venezuela «no son válidas» y, en la línea de lo que apuntó la víspera en otro acto en la Casa de América, «la peor sanción» para el pueblo venezolano sería «seis, doce o veinte años más de Maduro». Y como ejemplo de lo que puede suceder indicó que «la dictadura cubana lleva décadas» en el poder.
También Vargas Llosa arremetió contra el supuesto proceso electoral, al que calificó de «fraude premeditado» y «farsa», de la que, auguró, «solo va a salir una confirmación de la soledad y aislamiento de un régimen que ha perdido el apoyo popular y se mantiene gracias a la represión y el autoritarismo».
Frente a los «progresos» democráticos en la mayor parte de América Latina, el nobel de Literatura lamentó el «retroceso dramático» en el «caso trágico» de Venezuela. Se trata, afirmó, de «una regresión brutal» en «un país que no solo no iba mal, sino que iba bien» y «tuvo 40 años de democracia imperfecta», en la que había «elecciones libres, libertad de prensa y buenos gobernantes». «Si no está peor, se debe fundamentalmente al coraje y la resistencia de la oposición venezolana», destacó.
Por su parte, José Ramón García Hernández también se refirió a Trump, del que dijo que «puede ser muy locuaz, pero capta la atención y eso es un activo». Pidió respeto para una democracia consolidada como la de EE.UU. y para su presidente, democráticamente elegido, al tiempo que subrayó que, con Trump, a ese país «le importa lo que pasa en América Latina» y la Cumbre de las Américas, que «estaba languideciendo», se ha reactivado.
García Hernández subrayó también que el Gobierno de Mariano Rajoy ha sido el primero en recibir a Lilian Tintori, la esposa del líder opositor privado de libertad en 2014 Leopoldo López, y ha liderado las sanciones contra el régimen de Maduro, entre otras medidas, lo que ha llevado a la expulsión del embajador español en Caracas.