Para María Elvira Roca Barea, investigadora y autora de Imperiofobia y Leyenda Negra (2017), la Leyenda Negra es "por definición española" por eso "no se suele acompañar de adjetivo" (pág 29). No hace falta llamarla española porque lo es por inicio y desarrollo. Apoyada en el siglo XVI por libelos de españoles fugados acusados de traición, fue acogida con éxito por los nacionalismos protestantes contrarios al poder de los Austrias católicos y, por supuesto, por la Inglaterra envidiosa del imperio americano iniciado por los Reyes Católicos.