La decisión del Superior Tribunal Federal rechazando el pedido de hábeas corpus presentado por los abogados de Lula lo aparta definitivamente de la competencia presidencial y lo arroja a la cárcel, tal como con singular premura lo decidiera ayer por la tarde el juez Sergio Moro. Lo que antes requería la intervención de las fuerzas armadas hoy lo hacen nuevos actores, convenientemente adoctrinados y entrenados por diversas agencias del gobierno de EEEUU con sus programas de “buenas prácticas”.