«Tuve llamadas de muchos consejeros preocupándose por empresas»

Acudió a declarar libre de la etiqueta de investigado, como testigo, aunque lo está en otra pieza, y dejó claro que las consejerías «buscaban agilidad» en él. El ex presidente del IFA Salvador Urbán explicó que dicho ente estaba sometido al derecho mercantil y a controles «a posteriori», mientas la Junta los tenía «a priori», lo que «hacía que se retrasara la realización de las decisiones». Era «frecuente» que distintos departamentos, no sólo Empleo, les encargaran «el pago de alguna cosa» y, preguntado si recibió presión de algún cargo para que diera una ayuda o se aceleraran pagos respondió que «todo el mundo quería cobrar cuanto antes y quitar el problema social». «Con relativa frecuencia», tuvo llamadas de «muchos consejeros» preocupándose por «alguna empresa de su zona o no de su zona». Aclaró que si esa conversación «implicaba» más que «una información», trasladaba a su interlocutor que debía «informar» antes a su propio consejero. Incidió en que los retrasos de la Junta en los pagos provocaron «problemas de orden público». Con trabajadores que llegaron a «asaltar» el IFA, admitió que se le autorizó a «anticipar» ayudas. Urbán repitió a lo largo de más de tres horas una idea: no dio el visto bueno a un abono sin asegurarse de estar «cubierto» con fondos o un convenio que los garantizara en el futuro.