Las Cortes gastan en 20 meses 2,5 millones en viajes al extranjero
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El Senado, por su parte, ha organizado 54 viajes oficiales por el extranjero. Esas 54 «misiones internacionales» del Senado han dejado un coste de unos 350.000 euros, pero es un balance provisional y parcial, porque aún no se han publicado las liquidaciones de los últimos viajes.
El coste de la actividad internacional de diputados y senadores no acaba en esos algo más de 2,5 millones de euros que llevan acumulados en apenas 20 meses de actual legislatura. Ese dato incluye, exclusivamente, los gastos de desplazamiento -billetes- y de alojamiento -hoteles-. Pero a eso hay que sumar el coste de la «manutención», las dietas que cobran aparte los parlamentarios durante esos viajes. Antes, los diputados del Congreso cobraban un fijo de 150 euros diarios en dietas, pero desde 2017 se les abonan solo los gastos que justifican haber realizado realmente, con un tope máximo de 150 euros por día.
La abundante lista de viajes oficiales por el extranjero de diputados y senadores la integran destinos de lo más variopinto. Lo que más abundan son enclaves de países europeos. Pero tampoco escasean viajes por los otros continentes. Así, en lo que va de legislatura, en las «misiones internacionales» constan trece viajes a Estados Unidos, nueve organizados por el Congreso y cuatro por el Senado. Múltiples son también los viajes que han realizado a Rusia. Y en la lista figuran destinos como China, Kazajistán, Uzbekistán, Azerbaiyán, Corea del Sur, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Georgia, Israel, Irán, Malí, la ciudad caribeña de Cartagena de Indias (Colombia) o la costera Puerto Vallarta (México).
Los últimos meses son especialmente ilustrativos de abundancia viajera y variedad de destinos. Desde mediados de enero hasta el pasado 30 de abril, el Congreso ha llevado a cabo 49 viajes oficiales por el extranjero. Entre sus destinos, Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), Valparaíso (Chile), Washington, Nueva York y Charleston (Estados Unidos), Estambul (Turquía), Odessa (Ucrania), Doha (Qatar), Moscú (Rusia), Vilna (Lituania), Maputo (Mozambique), Bakú (Azerbaiyán), Riad (Arabia Saudí) o El Cairo (Egipto), entre otros.
Desde hace años, los abundantes periplos internacionales del Congreso -el Senado es mucho más moderado en este particular- dejan anualmente facturas de siete dígitos. Ni siquiera en 2016 se bajó del millón de euros, y eso que fue el año del parón político, de esa fugaz XI Legislatura que duró un puñado de meses y que tuvo que acabar en repetición electoral. Aquel 2016, solo en billetes y hoteles, los viajes por el extranjero del Congreso costaron 1,04 millones de euros. Eso sí, un año antes se había gastado 1,9 millones por el mismo concepto -siempre sin contar las dietas de «manutención» de los integrantes de esas misiones parlamentarias en el extranjero-. En 2017, el gasto en desplazamientos y alojamiento en otros países ascendió a 1,46 millones de euros. Y en el primer trimestre de este 2018 estos periplos internacionales del Congreso costaron 330.967 euros -un 30% más que en el primer trimestre del año pasado-.