La banca ralentizó el año pasado el ritmo de ajustes de plantilla, convirtiendo 2017 en el ejercicio en el que menos personal salió del sector desde el inicio de la crisis. Concretamente, un total de 1.679 empleados dejaron de trabajar en las distintas entidades españolas (el 0,8% de la plantilla) situando el número de empleados en 192.604. Hasta entonces, el nivel más bajo de salidas durante la crisis se vivió en 2010, año en el que la banca recortó un 2,14% la plantilla con 5.760 afectados.