Casi hace un año, con motivo de la junta de accionistas de Sacyr, Manuel Manrique, Demetrio Carceller y José Moreno Carretero, sonrientes, buscaron con una fotografía escenificar la paz en el consejo de administración de la constructora, después de que el dueño de Altec escalara en el capital con derivados y solicitara más poder. "Todo el consejo está unido", aseguró entonces el presidente Manrique, que al mismo tiempo abrió la puerta al reequilibrio en los órganos de gobierno. Moreno Carretero expresó entonces su satisfacción y confió en una solución convicente. Esperó durante meses. Hasta marzo, cuando el consejo acordó una reordenación muy alejada de sus expectativas, que no eran otras que hacer valer el 14,24% de las acciones que hoy él considera suyo -en 2017 llegó a ser el 16,1%- y que el consejo, sin embargo, no le reconoce por tenerlo instrumentado en su mayoría con derivados. De hecho, únicamente le valida el 4,55% que controla de forma directa.