El Tribunal Supremo de EEUU ha decidido revocar este lunes una ley federal de 1992 que prohibía la regulación de las apuestas deportivas para abrir la puerta al negocio en todo el país, en el que, a excepción de unos lugares muy concretos (el estado de Nevada y, con limitaciones, Oregon, Delaware y Montana), esta práctica seguía considerándose fuera de la ley y obligaba a las operaciones con dinero negro.