El viejo mantra español de invertir en ladrillo vuelve a sonar con fuerza al calor de la recuperación económica. Lo llamativo es que tan sólo diez años después del estallido de la burbuja inmobiliaria ya se vuelve a hablar otra vez de precios artificialmente elevados en el terreno del alquiler, algo que, por el momento, no afecta al mercado de compra-venta de pisos.