Cerdo a la parrilla, arroz y leche, la primera comida de los niños atrapados en una cueva de Tailandia
«¿Qué día es hoy?», «Tenemos hambre», «Decidles a ellos que no hemos comido»... Esas fueron algunas de las primeras frases que los niños dirigieron a los dos buzos británicos -John Volanthen y Rick Stanton- que lograron localizarlos este lunes, tras nueve días perdidos en el interior de una cueva situada en el bosque de Tham Luang Khunnam Nang Non, ubicado en el distrito de Mae Sai, en el norte de Tailandia. Tras tranquilizar a todo el grupo, los buzos les aseguraron que al día siguiente, por hoy, les llevarían comida y médicos.
Visiblemente más delgados después de no haber ingerido alimentos durante más de una semana, los menores, de edades entre los 11 y los 16 años, y su entrenador, de 25 años (todos integrantes del equipo de fútbol Wild Boar), recibieron la primera comida este martes, que consistía en carne de cerdo a la parrilla, arroz y leche, según explicó a la CNN Kamolroj Ekwattanakij, oficial de comunicaciones del Thai Navy Seal.
Una comida que podría convertirse en un hábito si finalmente, y según las primeras informaciones de los expertos, no pueden ser salir de la cueva hasta dentro de varios meses, depediendo de las lluvias (el país está en la etapa del mozón, que dura hasta octubre) o si pueden los buzos entrenar a los menores para poder salir buceando, pues en este momento la cueva está inundada y no se sabe con certeza si el tiempo permitirá que baje el nivel del agua o será posible drenarla lo suficiente para que puedan salir.
El drama de estos niños comenzó el 23 de junio cuando, junto a su entrenador, se adentraron en esta cueva de 10 kilómetros de largo (es la cuarta más larga del país) y las lluvias la inundaron impidiéndoles retroceder. Afortunadamente, lograron refugiarse en una isleta elevada donde pudieron permanecer secos y respirar.
La voz de alarma se dio al día siguiente cuando se comprobó que el grupo no había regresado y se encontraron sus bicicletas y calzado a la entrada. Según el operativo de rescate, integrado por 1.300 países de varios países, el grupo se encuentra a alrededor de dos kilómetros de distancia de una salida, y a 800 metros de profundidad, según una nota informativa del British Cave Rescue Council, al que pertenecen los buzos que encontraron a los niños el lunes.