Carles Puigdemont trata de apaciguar el último incendio del independentismo

«Nos han querido hacer mucho daño, y han hecho, pero nuestro espíritu de lucha sigue intacto». El expresidente catalán Carles Puigdemont ha echado mano de la habitual épica del independentismo para tratar de rebajar las tensiones que él mismo ha generado en el seno de un movimiento que ayer vivió sus horas más bajas escenificando una ruptura casi total entre Junts per Catalunya (JpC) y ERC.


«El reto que tenemos delante requiere superar viejas estructuras, desconfianzas, intereses y rencores. El objetivo lo exige. Cuento con vosotros», ha agregado este jueves el exalcalde de Gerona en un mensaje en las redes sociales que iba acompañado de una imagen de la Declaración Unilateral de Independencia celebrada el pasado mes de octubre. Puigdemont ha salido así al paso de las tensiones, aireadas ayer después de la suspensión de un pleno del Parlament de Cataluña entre ERC y JpC, las dos grandes formaciones del independentismo catalán.


"Avui s’han trencat confiances però nosaltres lluitarem per cosir-les una altra vegada. Lluitarem per resoldre aquestes diferències que s’han produït, el país s’ho mereix", explica @sergisabria al #Parlament pic.twitter.com/a9SZq5T64E— Esquerra Republicana (@Esquerra_ERC)

18 de juliol de 2018No en vano, neoconvergentes y republicanos se acusaron ayer mutuamente de «traición» y de «mentirse». Así las cosas, los de Puigdemont consideraron que desde Esquerra se había roto un pacto «verbal» para que la suspensión del acta de diputado decretada por el juez Pablo Llarena no afectara al expresidente. Por su parte, desde ERC acusaron a los de Puigdemont de tratar de tapar sus riñas y contradicciones internas atacando a sus socios de Gobierno.


Todo ello generó un espectáculo político lamentable que ha sumido al secesionismo catalán en una profunda depresión, como queda patente en las portadas y los editoriales que la prensa nacionalista lleva a sus páginas. Sin embargo, tanto desde JpC como desde ERC se esfuerzan en afirmar que las tensiones vividas ayer en el Parlament no laminan la estabilidad del Govern.