El idilio italiano en el banquillo del Chelsea
Con la llegada de Maurizio Sarri, son ya seis los entrenadores del país adriático que han dirigido a los jugadores de Stamford Bridge. El primero en desembarcar en la formación del Reino Unido fue Gianluca Vialli, que en el año 98 compaginó la carrera de futbolista con la de entrenador. Tras ese curso, Vialli se retiró y se dedicó por completo como entrenador. En la posterior campaña, Vialli colocó a los suyos cuartos en la tabla de la Premier y se alzó con la FA Cup, el cuarto título en menos de tres años como técnico.
El siguente en llegar a la capital de Inglaterra fue el sucesor del último técnico inglés del Chelsea. Claudio Ranieri dirigió durante cuatro temporadas a la formación londinense, a la que consiguió devolver a las posiciones altas de la Premier y con la que llegó a disputar las semifinales de la Champions League del 2004.
No fue hasta pasados los cinco años cuando un italiano volvió a enfundarse el chándal azul. Carlo Ancelotti llegó al Chelsea en agosto de 2009 con un gran currículum a sus espaldas cosechado en el Milán. Ancelotti no defraudó y en su primera campaña en Inglaterra consiguió levantar el título de la Premier League y la FA Cup. No obstante, el mítico entrenador fue destituido al término del curso 2011 al no poder conquistar ningún campeonato.
A pesar del buen historial de los italianos en el banquillo del león azul, ninguno de ellos consiguió lo que más ansiaba el presidente Roman Abramovic: ganar la Champions League. Fue con el menos esperado con quien se conseguiría tal hazaña: Roberto Di Matteo. Después de una temporada plagada de malos resultados, con Villas-Boas al frente del equipo, el magnate ruso le encomendó la misión al segundo del técnico portugués. Nadie esperaba lo que acabó consiguiendo.
Después de eliminar al Barcelona en las semifinales, la escuadra londinense se hizo con la Liga de Campeones ante el todopoderoso Bayern de Múnich y con un Didier Drogba que fue clave para llevarse la primera «orejona», y hasta el momento la única, a las vitrinas de Stamford Bridge.
En el curso 2016-2017, Abramovich volvió a encomendar a sus jugadores a un italiano, y el efecto no defraudó. Antonio Conte consiguió ganar de forma aplastante la Premier League en su primera temporada. Sin embargo, su segunda temporada no fue ha estado marcada por el buen ambiente. A pesar de la consecución de la FA Cup, los malos resultados han marcado la segunda campaña de Conte en Londres, lo que ha acabado en la destitución del técnico de Lecce.
Después del culebrón vivido durante el verano entre Conte y Abramovich, Murizio Sarri ha tomado los mandos de la escuadra blue, la que guarda un gran idilio con los entrenadores italianos en los últimos tiempos.